Zapatera a tus zapatos

 
Una amistad puede llevarlo a uno a lugares inesperados. Eso se podría decir de Elisa Restrepo y Andrea Vargas Dieppa, dos jóvenes que llegaron un día a Nueva York como estudiantes, se encontraron en una fiesta y decidieron, al poco tiempo, trabajar juntas. Elisa estudió Teatro en la New York University. Trabajó un poco en el medio, pero al cabo de unos meses decidió irse a París a estudiar Francés, y se enamoró de esa ciudad y de la moda. Decidida a cambiar de rumbo, regresó a Estados Unidos y se matriculó en Parsons, la escuela de moda más importante de este lado del Atlántico. Con su cartón en la mano, hizo una pasantía con Vanessa Bruno, joven promesa del diseño en Francia. También trabajó un tiempo como free lance con Generra, una conocida marca de ropa casual con base en Nueva York.

Andrea Vargas Dieppa, barranquillera, llegó a Nueva York en la misma época, a estudiar Diseño Gráfico en la School of Visual Arts en Nueva York. Sobrina de Violy McCausland, la exitosa banquera de inversión, Andrea encontró en ella una mano amiga, una consejera que la introdujo a ella y a su hermana Daniela en el mundo social neoyorquino. Mientras Elisa incursionaba en la moda, Andrea trabajaba para American Apparel como encargada de abrir nuevos almacenes. De su madre heredó la vena artística, ella le enseñó a ver cosas que para los demás no existían.

En el 2008, en un viaje de trabajo a México, se encontró en un almacén cualquiera un par zapatos de hombre un poco artesanales, perfectos para ser usados por una mujer. Como dice Elisa, “ella encuentra las cosas mas increíbles en los sitios menos esperados”. Por cuenta de los zapatos, la paraban en la calle y esto la hizo pensar que debía viajar a México con su amiga Eli, pues ella ya había contactado a la fábrica y estaba soñando con establecer un negocio. Un buen día, en un café de Los Ángeles un señor le preguntó por los zapatos y sin saber cómo ni cuándo Andrea terminó aceptando un pedido antes de tener una marca.

El señor que las descubrió era Steven Alan, dueño de una cadena de almacenes de moda y accesorios con puntos de venta a lo largo y ancho de Estados Unidos. Desde que Alan abrió su primera tienda en Nueva York, en 1994, se convirtió en un gurú de la moda por su estilo femenino con un toque masculino, que se podría describir como ropa de novio que usan las mujeres, y conquistó a un círculo de jóvenes que lo pusieron de moda.

En ese mismo momento llamó a Elisa, le contó lo sucedido, se fueron para México y nació Dieppa-Restrepo, la firma de una paisa y una costeña; una analítica, la otra aventurera. Empezaron con dos modelos de zapatos, un mocasín y el típico de cordones, en cinco colores. Hoy producen 20 estilos en más de 50 colores. Hacen la producción en México, donde consiguen los materiales, y Andrea, quien en este momento está radicada en el D.F., supervisa la producción y se encarga de todo el diseño de imagen. El rasgo más original de estos zapatos es que son unisexo, para que hombres y mujeres los usen por igual. Diseñan una colección dos veces al año sin sacar del mercado los estilos anteriores, lo que permite a los clientes encontrar siempre sus zapatos favoritos. Lo que nació como una aventura en un café de Los Ángeles es hoy una empresa que vende en Estados Unidos –Theory es uno de sus clientes– Australia, Corea, Japón y Nueva Zelanda, entre otros.

Gracias al círculo en que se mueven, Andrea y Elisa pudieron hacer los contactos para ampliar sus ventas. Hoy tienen un showroom organizado por Maryam Nassirzadeh, quien las representa en Estados Unidos y muestra a los compradores las dos colecciones que hacen al año.

Con la idea de mantener su estilo no hacen colecciones demasiado arriesgadas. Experimentan con colores y materiales siguiendo la misma línea de diseño. Los compradores escogen zapatos originales, bien sean masculinos o femeninos.
Entre las celebridades que se ponen los zapatos Dieppa-Restrepo están Alexa Cheng, presentadora y modelo, conocida por su elegancia y estilo londinenses gracias a publicaciones como Vogue y Tatler. Dustin Hoffman tiene un par, lo mismo que el director de la película Black Swan, Darren Aronofsky. Merryl Streep es asidua clienta desde el día en que vio un par de zapatos en una de las tiendas de Steven Alan. Quién podría imaginar que dos estudiantes colombianas terminarían haciendo los zapatos que marcan el paso de la moda en este momento.

www.diepparestrepo.com