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Crea una mesa inolvidable para Navidad y Año Nuevo con estos tips de decoración

Convierte tu mesa en el centro de la celebración, cargada de significado y buenos deseos, con detalles sencillos pero llenos de magia.

Tres elementos clave para una celebración espléndida.
Tres elementos clave para una celebración espléndida. - Foto: Getty Images

La Navidad y el Año Nuevo son momentos especiales para reunir a la familia y compartir cenas que quedarán grabadas en la memoria. Si eres el anfitrión de estas festividades, tu mesa se convierte en el escenario donde se celebran los mejores recuerdos. La decoración de la mesa no solo debe ser atractiva, sino que también debe transmitir un mensaje de alegría, prosperidad y unión. Escoger una paleta de colores adecuada, como los tonos dorados, rojos y verdes, puede dar un toque cálido y festivo que evocará la magia de estas fechas.

Además, los pequeños detalles marcan una gran diferencia. Desde las servilletas dobladas con elegancia hasta los centros de mesa que reflejan la esencia de la temporada, todo suma. Las velas, por ejemplo, no solo aportan una iluminación suave, sino que crean un ambiente acogedor que invita a la conversación y la celebración. Puedes incluir elementos naturales como ramas de pino o piñas decoradas, que conectan la decoración con la esencia de la Navidad, trayendo un toque rústico y orgánico a la mesa.

«No se necesita mucho presupuesto para diseñar una decoración inolvidable» explican los voceros de SHEIN Colombia, en cuyo portal ofrecen cientos de opciones para decorar en esta Navidad. «Al elegir los elementos adecuados, puedes darle significado y trascendencia al espacio donde te reúnes con familia y amigos, mediante accesorios variados y únicos».

Mesa de fin de año
Mesa de fin de año | Foto: Cortesía

Centros de mesa para iluminar el espíritu

Piñas, velas, candelabros, guirnaldas, elementos decorativos simbólicos… las opciones para decorar están llenas de significado según lo que quieras evocar en la cena.

Piñas pintadas: Las piñas simbolizan la prosperidad y la abundancia. Pintarlas de colores vivos como el dorado y plateado puede representar la riqueza y la buena fortuna para el año que viene.

Velas aromáticas: Las velas son símbolos universales de luz y esperanza. Aromas como pino y canela no solo evocan el espíritu navideño, sino que también están asociados con la tranquilidad, la protección y la purificación del ambiente.

Canela y clavos: Conocidos por su aroma cálido y especiado, la canela y los clavos aportan un toque acogedor y festivo. En el marco de la Navidad, históricamente se les ha dado un significado de abundancia.

Capullos de flores y frutas: combinar rodajas secas de naranja que simbolizan la salud y la buena fortuna, con pétalos de rosas, jazmín, lavanda que representan la promesa de crecimiento o renacimiento con el inicio de una nueva etapa le da un toque natural y aromático a tu decoración de mesa.

Puedes combinar estos elementos con guirnaldas y luces, para construir centros de mesa que vayan en línea con tu personalidad. También puedes agregar figuras decorativas clásicas de Navidad como ángeles o estrellas.

El significado de los colores para elegir tu centro de mesa

Los colores navideños tienen una gran influencia en las emociones y pueden transmitir diferentes mensajes, por eso son tan importantes en estas fechas. ¿Qué significa cada uno de ellos? Aquí les contamos:

Rojo: Simboliza la pasión, la energía y la vida, el amor y la alegría de estas fechas.

Verde: Está asociado a la esperanza, la renovación y la naturaleza. Está fuertemente ligado a la vida eterna y la fuerza de la naturaleza.

Dorado: Se relaciona con la riqueza, el éxito y la luz, de ahí que evoque la divinidad y la iluminación.

Blanco: Representa la pureza, la paz y la nueva vida y es ideal para invitar a la reflexión y la tranquilidad.

Azul: Simboliza la tranquilidad, la armonía y la sabiduría. Con su cercanía al blanco, también inspira paz y serenidad.

Esta manera de implementar los colores también se puede aplicar a la decoración general de la casa, en elementos tan esenciales como los cubiertos o servilletas, o hasta en los adornos de las paredes.