Maternidad

Ambivalencia materna: sentimientos opuestos frente a ser madres

fucsia.co, 20/12/2022

Enfrentarse con la realidad de la maternidad en un proceso de construcción emocional que no siempre es fácil para las mujeres

Ambivalencia en la maternidad
Ambivalencia en la maternidad - Foto: Getty

No existen relaciones de amor puro, todos los vínculos que establecemos con las demás personas contienen emociones contradictorias en cierta medida, incluso en aquellas que creamos con nuestros familiares, amigos o pareja.

Nadie nos exige sentir una adoración incondicional por ninguna persona, es decir, en medio de nuestras relaciones, pasamos de estados de amor al desamor con bastante frecuencia y nadie nos dice nada. Sin embargo, con la maternidad no ocurre lo mismo.

No más tabú frente a los sentimientos de las mamás

Según el portal eresmama.com, cuanto más estrecho, íntimo e importante es el vínculo con alguien, más intensas son las emociones ambivalentes. Y bajo ese punto de vista, la relación madre-hijo es una de las más fuertes, por lo tanto, es de esperarse que haya en ella contradicciones emocionales y que estas salgan con cierta frecuencia.

En ninguna otra relación hay tanta entrega y esfuerzo, características propias de una mamá, sin embargo, las emociones negativas están vetadas en la maternidad y quienes se atreven a manifestarlas son inmediatamente señaladas, lo que termina generándoles sentimientos de culpa que hacen que ellas mismas se consideren como malas madres.

Es necesario normalizar la ambivalencia en la maternidad y permitirnos como madres descubrir, sentir y gestionar libremente nuestras emociones. Estar agotada, agobiada, sentirte perdida o triste a veces es normal. Por ejemplo, desear que alguien se quede con tu hijo un tiempo para poder recuperar algo de tu independencia es lógico.

Tus emociones no deshacen el amor por tu bebé

No se trata de irse a los extremos ni de justificar el descuido frente a la responsabilidad de ser madres, es permitirse como ser humano escuchar las propias emociones sin tener la sombra de un sentimiento de culpa o pensar que esto opaca el amor que sientes por tu pequeño.

Permítete sentir la dualidad. Reconoce lo que más te agrada y también lo que más te desagrada de la maternidad para crear ese proceso de afecto con tu hijo. Esto te dará la oportunidad de darle un lugar a tus emociones negativas (cansancio, rabia, pereza, etc.) y así aprender a manejarlas y soltarlas para que no se te vuelvan cargas.

Recuerda que ser mamá no significa que dejes de ser mujer, por eso lo más aconsejable es quitar esa sonrisa perfecta y entrar en un autoconocimiento propio para así encontrar esas herramientas que te van a ayudar a potencializar lo positivo y contrarrestar lo negativo.

La maternidad es una hermosa etapa de fortalecimiento afectivo entre mamá e hijo, por eso ambos deben sentirse cómodos dentro de ese proceso. Ser madre es una tarea emocional que requiere mucho tiempo y trabajo, lo que significa un cambio fundamental en nuestra identidad y un acto de comprensión y bondad consigo misma para aceptar también aquellas emociones que no están avaladas por la sociedad.

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