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Con lujo de detalles

Revista Fucsia, 19/6/2008

Las diseñadoras de Accento, uno de los más importantes lounge de la capital, cuentan cómo han logrado convertir el mundo del diseño de interiores en una experiencia llena de detalles, texturas y colores.

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Por: Revista Fucsia
 
Solo son necesarios unos minutos para darse cuenta de la actitud emprendedora que estas dos paisas tienen. Dos paisas de pura cepa que bajo su forma descomplicada y su belleza natural guardan una aptitud enorme para “interpretar, canalizar y estructurar” lo que sus clientes quieren reflejar. Estilos y conceptos que se mueven entre restaurantes, cafés, heladerías, tiendas de ropa y accesorios y oficinas.

Su inquietud por el diseño nació desde que decidieron, de forma un poco ingenua por la edad, estudiar arquitectura en la Universidad Bolivariana. Allí se conocieron pero poco tiempo después cada una tomo su rumbo; Liliana se fue a España, a la Universidad de Salamanca, a seguir buscando herramientas para entender el diseño y Andrea partió hacia Estados Unidos con el mismo fin. Abrieron su camino profesional en los dos continentes con miradas distintas; pero enfocadas, sin ser un plan conjunto, en encontrar el equilibrio entre funcionalidad, eficiencia y belleza.

Después de un par de años se reencontraron en Nueva York en la empresa donde trabajaba Andrea, Architects. Allí entendieron que tenían muchas cosas en común, no solo por el hecho de haber nacido en Medellín y haber estudiado en la misma Universidad, sino además, la razón de más pesos, entender el diseño de interiores de un modo similar al igual que el trabajo que implica querer hacer las cosas de la mejor manera.
Las dos, por circunstancias diferentes, regresaron a Colombia y poco tiempo después decidieron empezar a construir su ‘pequeña gran’ empresa, Studio Sur: pequeña porque hoy en día trabajan en ella 5 personas, incluidas Andrea y Liliana; y gran debido al éxito que todos sus proyectos han tenido.

Quieren seguir así, trabajando de forma íntima, con pocas personas y con un volumen de clientes que les permita dedicarse de lleno a cada proyecto, porque “el diseño es como el trabajo de un sastre, debe quedar a la medida de cada quien”; cada cliente tiene una intención, una razón de ser y ver su negocio. Razones que para ellas tienen un valor enorme ya que piensan que su labor al diseñar no es imponer sino guiar.

Y lo han hecho a la perfección. Escuchan a sus clientes y a partir de allí, piensan y generan una propuesta donde su valor agregado es tener todos los detalles pensados exclusivamente para cada necesidad. Una investigación rigurosa, la búsqueda de materiales, la iluminación y sus posibles efectos luminosos, el uso del color y hasta la propuesta gráfica hacen parte de lo que Studio Sur les ofrece a sus clientes; “un diseño global”.

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