Así fue la conversación íntima entre Carlos y Camila cuando el hombre estaba casado con Lady Di

Carlos III ayer se proclamó como nuevo rey del Reino Unido, después de 70 años de Isabel II en el trono. El hijo de la monarca británica más longeva llegó al poder con un alto nivel de desaprobación por parte de los ciudadanos de ese territorio. De hecho, muchos de ellos esperaban que el príncipe Guillermo fuera quien asumiera como rey.

Uno de los motivos por el que la gente esperaba que el hombre de 73 años abdicara es por su avanzada edad y es que se convirtió en el monarca de mayor edad en asumir como rey del Reino Unido. Por lo que muchos consideran que no tiene la edad adecuada para ejercer tan importante cargo.

Sin embargo, una de las razones principales es que no es querido por muchos debido a los escándalos alrededor de Diana, su primera esposa. La mujer era querida por millones de personas porque siempre se mostró muy carismática y por su interés genuino de hacer del mundo un mejor lugar para todos.

Pero su relación con el hijo de la reina Isabel II no fue la mejor, pues se dice que el hombre solo tenía ojos para su ex novia: Camila. De hecho, unos años después de que Lady Di falleciera, él se casó con esta mujer. Por lo que pocos le perdonan todo lo que le hizo a la ‘reina del corazón de la gente’, como también es conocida.

La polémica conversación entre Carlos y Camila

Aparentemente en 1989, año en el que Carlos y Diana estaban todavía casados, el hombre tuvo una íntima conversación con Camila; sin embargo, esta se filtró cuatro años después. Allí ambos hablaron sobre algunos deseos sexuales que tenían, esto se volvió muy polémico en todo el mundo y se conoció como Camilagate.

Este es un fragmento de lo que se dijeron en esa época:

Camila: (...) No puedo soportar una noche de domingo sin ti.

Carlos: Dios mío.

Camila: Es como el programa “Start the Week” (comienza la semana). No puedo empezar la semana sin ti.

Carlos:¿Te lleno el tanque?

Camila: Sí, por favor.

(...)

Carlos: ¿Y qué pasa conmigo? El problema es que te necesito toda la semana, todo el tiempo. ¡Dios mío! ¡Si pudiera vivir metido en tus pantalones sería mucho más fácil!

Camila: ¿En qué te vas a convertir? ¿En unas bragas? Vaya, ¿así que te vas a convertir en unas bragas?

Carlos: Dios no lo quiera; en un tampón. ¡Eso estaría bueno!