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La curiosa razón por la que un ancianato está contratando a bebés
El hecho se convirtió en tendencia en redes sociales.

Dicen que los bebés sanan cada vez que se ríen y esto puede convertirse en toda una terapia para sanar y atravesar las dificultades de lo que significa envejecer. Por ello, la diferencia entre los que inician la vida y los que están al final de la misma puede generar un curioso vínculo.
para nadie es un secreto que existe una gran relación entre nietos y abuelos. Pese a la diferencia generacional, en muchos casos se puede evidenciar un fuerte lazo entre loa más jóvenes y los más entrados en años.
Ante este panorama, una casa de adultos mayores en Japón tuvo una curiosa iniciativa que ha llamado la atención de todos: una cuota importante de sus empelados tienen muy poca experiencia en el mundo real, son bebés.
El establecimiento ubicado en Kitakyushu, contrata a bebés para un trabajo bastante complejo y que probablemente un adulto no lo haría de la misma forma. La función principal de los pequeños es, básicamente, hacer reír y acompañar a los residentes del lugar.
Bebés se convierten en empleados en un ancianato en Japón
El objetivo de la iniciativa ha tenido una importante acogida par los interesados en la causa. Todo empezó con un anunció pegado en las paredes con enormes letras en los que se podía leer lo siguiente: “¡Estamos contratando!, se le informa a los solicitantes que se les pagará por sus servicios en pañales y leche en polvo”.
Hasta el momento, se han inscrito más de 30 familias para acompañar a aproximadamente 100 ancianos que residen en la casa de adultos.
Las condiciones del trabajo de los pequeños es el siguiente: deben acompañar y hacer reír a los ancianos a cambio de leche en polvo y pañales. Con respecto a los permisos para contratar a estos peculiares empleados, se encuentra una clausula fundamental: “deben ir a trabajar cuando tengan ganas”.
Adicionalmente, deben tener menos de cuatro años y contar con la autorización de sus padres y asistir junto a ellos a su “trabajo”. Asimismo, sus horas de descanso dependerán de ellos, es decir, harán una pausa cuando tengan hambre o sueño.
Un factor clave es que siempre están en compañía de sus madres, es como si cambiaran el paseo al parque por una salida con adultos mayores. La sola idea de ver bebes en el lugar alegra y le cambia la vida a los ancianos que pasan sus días en el lugar. Un abrazo, una sonrisa o una carcajada inocente puede aliviar cualquier mal que se pueda padecer.