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14 soluciones para dormir a un bebé

RevistaFucsia.com, 7/5/2012

Masajes, un ambiente libre de distracciones y establecer una hora para ir a dormir, son algunos de los trucos que te ayudarán a estimular el sueño de tu bebé.

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1.    Dormir cerca. Sea que estés a favor o en contra de dormir con tu bebé, estudios han mostrado que los niños que han dormido con sus padres crecen con mayor autoestima y menor ansiedad; sin embargo, la Academia Americana de Pediatría no recomienda compartir la cama con el bebé. Una manera segura para dormir con tu hijo es poner la cuna al lado de tu cama, y mantener el contacto corporal con él hasta que se duerma. Algo tan simple como poner tu mano en su estómago mientras se duerme puede lograr maravillas en términos de seguridad durante la noche.

2.    Bájale al ejercicio. La última cosa que quieres hacer justo antes de dormir es estimular a tu hijo. El contacto visual prolongado o animado es una de las cosas más apremiantes para los bebés, por eso evita mirarlo demasiado cuando llegue la hora de dormir.

3.    Aliméntalo mientras duerme. Si tu bebé es de los que se despierta hambriento a la media noche, en vez de esperar a que se despierte hambriento, aliméntalo antes de dormir, o incluso mientras está dormido; es la sugerencia de Robert Bucknam, pediatra especializado en bebés, quien también afirma que un poco más de comida antes de dormir garantiza un poco más de sueño ininterrumpido.

4.  
 Una cuna tranquila. Mantén la superficie libre de peluches y juguetes que, aunque sean muy tiernos, pueden llegar a ser peligrosos porque incrementan la posibilidad de asfixia o ahogamiento. Una sábana que se ajuste bien al colchón y una cobija o un saco de dormir es todo lo que el bebé necesita.

5.  
 Cuando de reflujo se trata… El reflujo gastroesofágico es una enfermedad muy común en los bebés y es una de las razones por la que los bebés tienen problema para dormir. Es causado por un mal funcionamiento del músculo donde el esófago se encuentra con el estómago, permite que los ácidos estomacales regresen al esófago, causando dolor. Los síntomas incluyen vómito, cólico  o malestar, ahogo o asfixia, problemas de alimentación, hipo, entre otros. Si tienes sospechas de que tu bebé tiene reflujo, consulta al pediatra y procura mantener a tu bebé en posición vertical, aunque esté durmiendo, para aminorar la devolución de los ácidos.

6.  
 Establece una hora de dormir. Un bebé extenuado es a menudo más difícil de dormir. Establecer una hora de sueño es importante, y muchos expertos creen que entre las 6:30 y las 7 de la noche es una hora adecuada para la mayoría de bebés menores de 1 año. Ten en cuenta tu horario de trabajo y que tu bebé necesita pasar tiempo contigo, dice Nanci Silva, miembro de la Academia Americana de Pediatría. Sorprendentemente, ir a dormir temprano no necesariamente significa que el bebé se despierte temprano.

7.    Pijamas de material natural. Algunos bebés desarrolla hipersensibilidad a las telas sintéticas, y ello les dificulta la capacidad de sueño. Prueba con fibras naturales, como algodón, para evitar la irritación.

8.    La temperatura perfecta. ¿Has notado que duermes mejor cuando la temperatura es adecuada? Lo mismo ocurre con los bebés. La Academia Americana de  Pediatría recomienda mantener la habitación del bebé entre los 18°C y los 2°C para una mayor comodidad y para evitar el SMSL síndrome de la muerte súbita del lactante.

9. 
   Afuera luces. Para ayudar a tu pequeño a entender cuándo es la hora de dormir, mantén el cuarto a oscuras. Olvídate de las lámparas nocturnas y usa cortinas que bloqueen la luz por completo para simular la noche durante el día. Cuando llegue la hora de levantarse, sea por la mañana o después de una siesta, abre las cortinas y dale a entender así la diferencia.

10. 
   El masaje hace la diferencia. Los bebés y los niños pequeños disfrutan 15 minutos de masajes para ir a dormir y se quedan dormidos más rápido que aquellos a quienes sólo les leen una historia. De acuerdo con estudios conducidos por la Universidad de Miami, esta táctica es fundamental para ayudar a tus hijos a  dormir, así que saca el aceite especializado para bebés y frótalo suavemente y con moderada presión; aprovecha también para contarle una historia o hablarle con un tono de voz suave.

11. 
   La importancia de la siesta. Además de los beneficios obvios de la siesta (tienes tiempo para bañarte, hacer llamadas, mirar tu e-mail, etc.), las siestas son importantes para la salud física y mental de tu bebé. No las omitas esperando que el bebé se quede dormido más tiempo durante la noche, usualmente ocurre todo lo contrario.

12.  
 Un paseíto. Hay bebés que caen dormidos tan pronto les dan un paseo en carro o en coche, tal vez no es una estrategia genérica pero no está de más probarla.

13. 
   Bebé burrito. Aprender a envolver a tu hijo en una manta es una de las habilidades que agradecerás. Los recién nacidos necesitan sentirse apretados, como se sentían en el vientre, entonces ser envueltos duplica esa experiencia y los ayuda a dormir mejor.

14.    Los beneficios del murmullo. Evita el silencio absoluto. El bebé está acostumbrado a escuchar sonidos, porque cuando estaba en el vientre no todo era silencio; en muchos casos un ruido tenue, como el de un ventilador, arrulla al bebé.