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El complejo de Electra.

Revista Fucsia.com, 10/5/2009

Muchas niñas entre los 3 a 5 años pasan por este proceso que se basa en la focalización de sus relaciones familiares de las pequeñas hacia sus padres.

Complejo de edipo - Foto:

 
La leyenda de Electra, que nace dentro de la mitología griega, fue utilizada pro el psicoanálisis para nombrar las relaciones de la niña con su padre. Todo esto se referenciado desde los preceptos que Sigmund Freud develó acerca del descubrimiento de la sexualidad de los seres humanos. El afirmó que la sexualidad no se limita exclusivamente al campo biológico o fisiológico sino que además está ligada a elementos simbólicos que le dan un sentido a la vida de cada individuo.

Este “complejo” no es en realidad un complejo, si entendemos esta palabra como Conjunto de ideas, emociones y tendencias generalmente reprimidas y asociadas a experiencias del sujeto, que perturban su comportamiento, simplemente es una etapa donde las niñas, o los niños, se reafirman como personas y entienden su diferencia con el otro sexo y las relaciones que existen entre los dos sexos. Esto se comienza a ver desde los 3 años y puede avanzar hasta los 5, máximo 6 años. Un ejemplo que ilustra de que se trata es cuando las niñas empiezan a decir que se van a casar con sus papás y seguido a esto cuando ven a sus papás en actitudes cariñosas se sienten desplazadas y excluidas de los momentos de afecto, lo que puede dar como resultado momentos de rebeldía inexplicable.


Además de Freud otros psicólogos han estudiado este tema, Jacques Lacan es uno de ellos. El habla acerca de esto y lo divide en tres estadios.

1. Las niñas a esa edad, que su mayor puente de contacto ha sido su madre, están tratando de liberarse de ese espejo para de esta forma comenzar a construir, de forma ingenua, su propia personalidad.

2. A esta edad el mundo externo empieza a cobrar vida. Ya no solo la relación madre – hija se centra en ellas dos sino que elementos externos comienzan a cobrar importancia. El papá, las profesoras del jardín y hasta los actores de la televisión empiezan su inmersión en el, antes, estrecho mundo de las niñas.

3. De esta manera las niñas quieren ser como sus madres, tener sus trabajos, ponerse su ropa y claro, tener su pareja. Pero esto se va pasando con el tiempo y esos juegos cada vez van siendo menos dentro del repertorio de actividades.

Todo esto es tan importante en la vida de cualquier niña que no es tiempo perdido ponerle atención a esto. De este momento empiezan a generar su bases personales, a crear su autoestima y su propia forma de ver el mundo. Una buena guía y paciencia es lo que en este momento necesitan las pequeñas. Aunque en momentos es difícil de llevar para las madres, una buena comunicación con el esposo o padre y diálogo constante con la niña harán que esta etapa pase y deje solo buenas bases.


*Esto también sucede con los niños y sus madres. Es este caso se le denomina el Complejo de Edipo.