Profesor carga a bebé de una estudiante para que se quede en la clase

En el Día del Maestro, la fotografía de un profesor cargando al bebé de una de sus alumnas durante sus clases en la Universidad Hebrea de Jerusalén, conmueve a las redes sociales.

Sidney Engelberg es un profesor sudafricano de 67 años y docente de esa institución que permite a sus alumnas, muchas de ellas madres jóvenes, acudir a la maestría que imparte acompañadas de sus hijos. (Lea también Bebés robot para prevenir el embarazo adolescente)

Todo comenzó cuando el bebé de una de sus estudiantes empezó a llorar en una de sus clases. La madre al ver que no podía calmar al pequeño, se levantó para salir del aula y así no importunar al resto de asistentes.

Fue entonces cuando el profesor Engelberg se acercó a la madre y le arrebató a su hijo de las manos, pidiéndole a ella que se mantuviese en su sitio. El docente, que lleva impartiendo clases 45 años, tranquilizó al pequeño y siguió dando clase, pero esta vez, con el niño encaramado en sus brazos, "como si nada hubiera pasado", explicó Sarit Fishbaine, la hija del profesor, al portal Buzzfeed.

De ella fue la iniciativa de compartir la imagen de su padre en las redes sociales, para alentar al resto de docentes a aceptar más madres en sus cátedras y normalizar su presencia y la de sus bebés. "En las clases del profesor Engelberg es normal que las alumnas amamanten a sus bebés", escribía junto a la instantánea.

"Papá, esto es lo que yo llamó una excelente clase de comportamiento organizacional. Eres el mejor", compartió Fishbaine en otro post.

Más que un simple gesto

La actitud del profesor, y la fotografía que recoge el momento, tiene un significado más allá de lo puramente emocional y de la ternura que indudablemente genera.
 
La imagen se ha convertido en un referente de la lucha por las políticas de reintegración de madres jóvenes en el circuito educativo, con el fin de que puedan conciliar la maternidad con los estudios.

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Deserción estudiantil en Colombia

En Colombia, la deserción escolar ocurre con mayor frecuencia en niños y niñas de 13 años en adelante, provenientes de familias con recursos limitados. Es la edad con la que muchos de ellos empiezan a trabajar (datos de la Coalición Colombiana por el Derecho a la Educación). Existe una relación, por lo tanto, entre pobreza y abandono escolar, como también se asegura desde el Ministerio de Educación.

Sin embargo, es la incidencia del embarazo prematuro el que más deserciones acumula a nivel educativo. De acuerdo con la encuesta Nacional de Deserción Escolar, la mitad de adolescentes (niños y niñas) que abandona el colegio lo hacen por ese motivo: ellas por el embarazo, ellos para responsabilizarse de los ingresos de la nueva familia.

En 2012, 6.500 niñas entre 10 y 14 años dieron a luz en el territorio, según una encuesta reciente realizada por la Universidad Externado. El 20% de las mujeres que dan a luz en Colombia son adolescentes.

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Diferentes asociaciones, como la Fundación Juan Felipe Gómez Escobar, llevan años alertando de este hecho, y de la correlación entre embarazos prematuros, pobreza y deserción escolar en Colombia.

Sin embargo, en el proceso de disminuir estas cifras de embarazos prematuros, se hace necesario garantizar a las mujeres que se convierten en madres jóvenes una manera de conciliar su nueva condición con su desarrollo académico. Facilitar su asistencia a las instituciones académicas con iniciativas y posturas como la del profesor Engelberg.