Relaciones
Sexo sin ataduras: Amigos 'especiales'
José Alonso Peña, 27/9/2012
Para muchas personas este puede ser un tipo de relación ideal, pues no hay “compromiso” sentimental y se mantienen relaciones sexuales por diversión y placer. ¿Pero cómo manejarlas sin que a futuro se conviertan en un problema que termine con la relación de amistad? aquí te contamos los pros y contras de tener un amigo con “derechos”.

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Un amigo comparte contigo tiempo, sentimientos, problemas, te escucha, te apoya y mantiene una relación transparente y sincera contigo. Por lo tanto, crear un sentimiento de afecto y confianza con un amigo es muy fácil porque quien consideras como amigo no te juzga, no pretende cambiarte y te ofrece muchas cosas que mantienen fuerte la relación de amistad.
Al mezclarla con relaciones más íntimas, es decir, de tipo sexual, puede resultar una experiencia muy agradable porque existe la confianza suficiente para hablar tanto dentro como fuera de la cama, sin miedo al reproche, al compromiso o a cualquier otra situación que puede generarse en una relación de pareja estable, pero a la vez, se corren muchos riesgos.
Desafortunadamente, la mayoría de parejas no construyen una relación de amistad verdadera, lo que por general puede catalogarse como un error, pues comienzan a generarse miedos, la comunicación no siempre es asertiva, la sinceridad no juega un papel fundamental en algunos aspectos y muchas veces, genera pérdidas en la relación y hasta la terminación de la misma.
Casi siempre las relaciones de amigos con “derechos” se generan entre amigos que no son tan cercanos y entre los que siempre ha existido una tensión sexual, afirma el psicólogo José Alonso Peña. Sin embargo, estas relaciones pueden ser peligrosas y casi siempre tienen dos finales, el primero: que la amistad se dañe y las cosas terminen definitivamente o la segunda: que comience una relación de pareja con todo lo que ella conlleva.
Para José Alonso, este tipo de relaciones son una trampa porque por un lado son amigos con “derechos” pero por el otro, no pueden exigirse exclusividad, compromiso, hacerse reclamos o pretender que el trato entre los dos sea más especial que el que se da con cualquier otro amigo. El psicólogo manifiesta una postura muy crítica al respecto, pues afirma que se debe delimitar muy bien el asunto, para evitar que la relación se deteriore y no generar daños a ninguna de las dos personas, pues finalmente el sexo genera vínculos muy fuertes que en muchas ocasiones pueden generar afecto diferente al de una amistad.
Al final, termina convirtiéndose en algo poco sano y muchas veces autodestructivo, pues los límites de la amistad se rompen al pasar al plano sexual y entran a jugar muchos factores como el desempeño sexual de cada uno u otro tipo de situaciones que pueden desencadenar el término de la relación de amistad, como el hecho de que alguno de los dos se involucre sentimentalmente y el otro no.
Sin embargo, hay algunas ventajas en este tipo de relaciones. Por ejemplo, en términos de plenitud sexual, se puede afirmar que es más alta, pues la comunicación es más transparente y abierta, ya que no existen los tabúes que pueden generarse normalmente en algunas relaciones de pareja, por lo que hablar acerca de qué cosas le gustan al otro y cómo le gustan, hacen parte del juego sin generar vergüenza, reproches o reclamos que pueden afectar la sexualidad.
Otra ventaja que José Alonso menciona, es que si no estás buscando una relación estable y seria, puede ser una buena opción para tener a alguien a tu lado que te garantice satisfacción a nivel emocional y sexual. Sobre todo para las mujeres, que en general crean vínculo a través de las palabras, el hecho de que alguien cumpla esa función de amigo, las escuche y apoye es muy importante.
También critica el hecho de que en el concepto actual de “relación de pareja”, la mayoría de personas no consideran la amistad como parte indispensable de la relación, pues para eso existen los “amigos”. Sin embargo, anota que las relaciones de pareja que han surgido de una amistad, por lo general son muy buenas, pues la comunicación y confianza están establecidas desde antes de iniciar la relación sentimental y han sobrepasado los miedos y tabúes que a veces surgen al comenzar una relación con alguien que hasta ahora estás conociendo.
José Alonso considera que la creación del concepto de amigos con “derechos” se dio a partir del miedo de las personas a meterse en una relación, a comprometerse o involucrarse seriamente, o a estar completamente solos.