"Disfunción sexual femenina"

Remedios inciertos

Shere Hite , 26/3/2012

Respuesta a la industria farmacéutica y su invención de ‘la disfunción sexual femenina’: resolver una problema que no existe, empeora las cosas.

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A primera vista, los argumentos de aquellos que aseguran que la disfunción sexual femenina de verdad existe, son bastante sofisticados. Muchos por ejemplo, anotan que hay cuatro categorías diferentes: pérdida del deseo, ausencia de la excitación, dolor durante el intercurso y ausencia de orgasmo. De estas, la ausencia de excitación es la variedad de ‘disfunción’que Pfizer espera que Viagra resuelva. Pero por supuesto, ninguna de estas categorías es independiente de la otra.

Por ejemplo, el dolor anticipado, puede matar el deseo. Una píldora para la excitación sería una pérdida de tiempo si no se evidencia la causa para la falta de la excitación. Mi propia investigación, basada en los testimonios de cientos de miles de mujeres apunta a que la falta de orgasmos durante el coito es una razón crucial y común por la cual muchas mujeres se desencantan y pierden el interés en el sexo. ¿Pero significa eso acaso que necesitamos pildoritas para ayudarnos? Nada. Hay algo mucho más confiable más allá: simplemente reconocer la verdad a través de los mecanismos del orgasmo femenino.

En este punto, la industria debería poner más atención en la masturbación. De acuerdo con mi investigación una abrumadora mayoría de mujeres logra alcanzar el orgasmo fácilmente durante la masturbación. Entonces, ¿por qué no también durante el coito? La respuesta es que durante la masturbación las mujeres escogen estimular el clítoris o el área del pubis. Sólo raramente, en el dos por ciento de los casos, implementan la penetración vaginal.

En otras palabras, la estimulación que las mujeres se procuran a sí mismas para alcanzar el orgasmo es radicalmente diferente a la estimulación que reciben durante el coito. Por eso no es extraño que la tasa de orgasmos alcanzados durante el coito sea menor en comparación con la tasa de orgasmos durante la estimulación del área del clítoris. Los hombres estimulan el pene en la misma zona durante la masturbación y el coito, de tal manera que pueden alcanzar el orgasmo con mayor facilidad en ambas situaciones.

De hecho, durante al menos dos siglos, ha sido de juicio popular que las mujeres pueden masturbarse ‘clitorialmente’ hasta el orgasmo. Aun hoy todavía la definición de aquello que llamamos sexo, está enfocada en el coito y en que la pareja debe alcanzar el orgasmo a través del mismo tipo de estimulación. Incluso en el supuestamente sofisticado material pornográfico la estimulación del clítoris se considera como un ‘calentamiento’ previo y nunca se lleva hasta el orgasmo

Es esta definición limitada de sexo lo que constituye una falla, no los cuerpos de las mujeres: el sexo debe componer seno sólo del coito, sino también de estimulación manual y oral. Entonces, ¿porqué no lo es? Freud sostenía que al llegar a la pubertad, las niñas debían transferir su necesidad de estimulación clitoriana a la vagina; más tarde los siquiatras etiquetaron la falta de orgasmo durante el coito como una ‘enfermedad’ o ‘disfunción’. Por estas y otras razones, la versión actual del sexo desarrolló raíces muy profundas, poniendo el orgasmo masculino por encima del femenino reflejando la posición servil de la mujer en la sociedad.

Pero, si el sexo en el pasado excluyó la estimulación clitoriana por considerarlo una fuente de perjuicio para promover la actividad sexual no reproductiva, es tiempo de que la gente se mueva, en estos días de equidad en los que el sexo se ve como algo que debe unir a dos personas. Después de todo, los hombres también sufren al pensar que su esposa o compañera es ‘disfuncional’ (“tal vez sea que mi pene noes lo suficientemente grande o duro”).

Aquellos en las compañías farmacéuticas que desean “resolver el problema de la disfunción orgásmica femenina” se arriesgan empeorando las cosas. Al final, cuando el ‘nuevo tratamiento’ no funciona, hombres y mujeres volverán a discutir entre sí. Invertir dinero en este tipo de productos puede significar infelicidad y divorcio, dejando invisibles los sentimientos de la mujeres, inexplicados o declarados ilegítimos y situar a los hombres sobre una base insegura. 

En esta atmósfera de temor y confusión, el amor, incluyendola experimentación sexual íntima e intensa, se convierten innecesariamente en áreas de conflicto másque de placer.

Las mujeres saben cómo tener un orgasmo, pero no se sienten libres de expresarlo durante el sexo con los hombres. Lo que necesitamos no son píldoras para la excitación, sino todo un conjuntode nuevas relaciones los unos con los otros.