entrevista

Viena x 3

José Gabriel Ortiz, 16/8/2010

La presentadora y empresaria, madre de tres hijos, habló para FUCSIA sobre sus proyectos, sus amores y sus planes de boda para el mes que viene.

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¿Quién es Viena Ruiz?
Ante todo, soy mamá, una mamá feliz que ama a sus trillizos. También soy una mujer romántica, sensible, que siempre se preocupa por el futuro de sus hijos.

¿Dónde nació y dónde estudió?
Nací en Medellín y luego nos fuimos a vivir a Estados Unidos. Cuando iba a cumplir los 12 años volvimos a Medellín. Allá terminé el bachillerato, muy joven, a los 17 años.

¿Qué hacían su papá y su mamá?
Mi papá, médico anestesiólogo. Después de graduarse fue profesor y se dedicó a la investigación en Estados Unidos. Mi mamá era ama de casa y se dedicó a criar a sus cuatro hijos, también en Estados Unidos.

¿Cuántos hermanos tiene?
Somos tres mujeres y un hombre. Maritza, la mayor, es odontóloga, yo soy la segunda; después viene Sandra, médica anestesióloga, y luego José Mario, que también es médico.

¿Cómo terminó viviendo en Bogotá?
Me casé muy niña con un paisa que vivía en Bogotá, pero siempre me había gustado mucho la ciudad. Me acuerdo que cuando venía disfrutaba del frío, me fascinaba cómo se vestía de elegante la gente. Sin embargo, me hacía falta la frescura, porque en Medellín se puede vestir de una manera más relajada, cosa que en Bogotá no permite el clima. Me quedé aquí definitivamente, pues me casé por segunda vez con un bogotano que es el papá de mis hijos.

Hablemos de tus relaciones de pareja…
Me casé muy joven con Luis Fernando Vélez, un arquitecto paisa del que me separé. Después conocí a Humberto Mora, y duramos casados siete años en los que tuvimos a los trillizos. Han pasado seis años desde nuestra separación. Hoy estoy ennoviada con otro bogotano, se llama Juan Carlos Ortiz y es corredor de bolsa.

¿Hay planes de matrimonio?
¡Sí! Me caso el 25 de septiembre por lo civil.

¿Han pensado en tener hijos?
¡Ni de vainas! Él tiene tres, una niña y unos mellizos, y yo tengo trillizos. Si quedáramos esperando tendríamos quíntuples.

¿Cómo se inició en tu vida profesional?
Empecé en el modelaje a los 18 años, recién casada. Después intenté estudiar Medicina. La verdad, me iba muy bien, pero luego, por esas cosas del destino, estudié Periodismo y definitivamente me di cuenta de que era lo mío.

¿Cuál fue su primer cargo?
Fui presentadora de la emisión del medio día en el Noticiero Nacional. Paulo Laserna era el director y yo cubría el Reinado Nacional de Belleza. Ahora, debo confesar que no hay trabajo más estresante y aburrido que ese. Aunque no tengo nada contra los reinados, por el contrario, me divierten mucho, pero, eso de estar detrás de las reinas a todas horas, en sus cuartos, en las piscinas, es jartísimo. En cambio, la reportería, buscar la noticia, me apasionó mucho desde el comienzo.

¿A qué se dedicó después del noticiero?
Para ese momento, yo ya me había graduado en Periodismo, y Daniel Coronel me llamó para que presentara Noticias Uno, los fines de semana. Al mismo tiempo me llamaron de Caracol TV para protagonizar una novela. Se llamaba Sólo una mujer, era con Angie Cepeda y Marcelo Cezán. Fue la primera y única vez que actué. Después me llamaron para otras novelas, pero no quise volver porque creo que no tengo las cualidades necesarias para ser actriz.

¿Cuándo comenzó con Yamid Amat?
En un principio Yamid me contrató como reportera de CM&. Un día, alguien le dijo que yo era conocida por mis piernas y que me estaba subutilizando como reportera. Entonces a él se le ocurrió que yo podía conducir una sección de secretos políticos que se llamara ‘Los secretos de Viena’. Debo confesar que el primer día me fui con una ‘mini’ impresionante y ahí saltaron a la fama mis hoy famosas piernas.

¿Qué pasó después de eso?
Después de CM& pasé a Caracol Noticias. Siempre me ha apasionado ese mundo, me parece que las noticias y la cantidad de cosas que hay por investigar son el antídoto ideal contra la monotonía.

¿Qué está haciendo en el periodismo hoy en día?
Soy la directora de Nueva, una revista que tiene 25 años y circula con El Colombiano, El País, Vanguardia Liberal y El Universal. Son 248 mil ejemplares semanales, sale los sábados dentro de los periódicos. Yo nunca había trabajado en periodismo escrito y me encanta porque me permite viajar, poder trabajar desde mi casa y estar con mis hijos.

¿Y qué más está haciendo?
También tengo un programa de variedades en CM& que se llama ‘Emprendedores’, y próximamente voy a presentar uno para Casa Club que se llama ‘Buscando la próxima diva colombiana’.

¿Cómo saca tiempo para todo eso?
Soy muy disciplinada. En las mañanas me levanto, me arreglo y despacho a los niños para el colegio. Luego hago un poco de ejercicio y voy a la oficina, donde estoy hasta mediodía. Almuerzo en mi casa y espero a que los niños lleguen del colegio para hacer las tareas. Entre el almuerzo y la hora que ellos llegan hago mis cosas.

¿Cómo se manejan unos trillizos?
Con mucha paciencia, dedicación, amor y entrega. Dios le da a uno la fortaleza y la capacidad. Cuando nacieron, en el día me ayudaban mi mamá y mi suegra, y por la noche otra persona. También anotaba en un tablero el horario de comidas de cada uno, cuánto comía y a qué hora le tocaba la medicina, así no me confundía.

¿Cómo fue la crianza de tres hijos simultáneamente a su trabajo?
Los primeros cinco años me retiré y se los dediqué única y exclusivamente a ellos. Gracias a Dios, me podía dar el lujo de no tener que trabajar.
¿Cuál piensa que es la mejor edad para que una mujer se case y tenga hijos?
La mujer se debe casar a los 35 y los hombres a los 40 años, y después pensar si quieren o no tener hijos. Hoy en día, la medicina le ayuda a la mujer a tener hijos con menores riesgos a una edad madura.

¿Cree en el matrimonio?
Sí, yo soy una romántica, me voy a casar por tercera vez. La cosa es que en esta oportunidad cada uno seguirá viviendo en su casa y cada uno con sus hijos. En las vacaciones y los fines de semana todos juntos, pero no revueltos.

Compartir y mezclar hijos no es fácil, ¿cierto?
No es fácil. En nuestro caso, Carlos, que tiene toda la paciencia del mundo con sus tres hijos, adora y se aguanta a los míos. Él tiene su manera de criarlos y yo tengo la mía, él tiene su casa establecida y su modo de vida, y yo tengo los míos. Estamos felices, queremos el compromiso para nosotros dos, pero él en su espacio y yo en el mío.

¿El matrimonio es fácil o difícil?
El matrimonio no es fácil, la convivencia es muy difícil. Se necesita mucha madurez, tolerancia, respeto y que haya mucho amor para asumirlo como se debe. El amor apasionado, idealizado, romántico, digamos sexual, de compañerismo, sí. Pero lo importante es que siempre haya amor, que no se pierda en alguna de sus fases.

Si pudiéramos definir a nuestras abuelas y madres, y cómo es la mujer de hoy, ¿cómo lo haría?
Para las mujeres de antes su mayor anhelo, debido a su crianza, era ser esposa de alguien. La mujer moderna, por el contrario, quiere estudiar, trabajar, tener su independencia económica, mantener su espacio y después quiere ser mamá y pensar en matrimonio.

¿Le gusta la política?
Me encanta, pero requiere de mucha dedicación. Entonces, si uno tiene conciencia de que va a dejar de ser uno mismo para ser el empleado de Colombia, y si esa es su prioridad, entonces, hágalo; si no, concéntrese en su hogar, en su familia y en su trabajo.

¿Qué consejo le daría a una mujer joven que está terminando el colegio?
Que tenga clara la escogencia de su carrera y que se cuide mucho. El amor es el motor de cada ser humano. En mi caso, si yo estoy bien del corazón, trabajo bien. Le aconsejaría que viva todas las etapas para desarrollarse plenamente como mujer: profesional, mamá, hija y hermana.

¿En qué condiciones debería tener su primera relación sexual una niña?
Las relaciones sexuales son lo más lindo. La primera vez, ojalá sea con alguien que quieran y no porque las estén presionando porque no hayan tenido sexo. Deben hacerlo cuando sientan que realmente aman a esa persona.

¿La mujer colombiana es berraca, o no?
Sí, pero se les está yendo la mano en quitarles responsabilidad a los hombres. Cada vez hay más mujeres solteras, madres cabeza de hogar, que no tienen un hombre a su lado y esa alcahuetería es culpa de nosotras, las mujeres.