El duro y triste testimonio de Miah Cerillo, sobreviviente del tiroteo en Texas

El tiroteo llevado a cabo por Savador Ramos en la Escuela Robb Elementary School el 24 de mayo ha conmocionado al mundo entero. Se trata de una de las peores masacres que han ocurrido en Estados Unidos, pues el joven de 18 años asesinó a 21 personas: 19 niños y dos profesoras.

Ramos entró a uno de los salones de la instalación y acabó con la vida de casi todos los que allí se encontraban. Se dice que una de las razones por la que cometió estos hechos tan atroces fue el bullying que él recibió en esa misma escuela durante años, producto de su tartamudez y seseo.

Miah Cerillo, de 11 años, fue la única sobreviviente entre quienes estaban en el aula donde murieron sus compañeros y profesoras. La pequeña habló con CNN sobre lo que sucedió el pasado martes y contó cómo logró salir con vida de esta masacre.

La niña explicó que antes de que Ramos entrara al colegio, ella, los otros estudiantes y las profesoras estaban viendo Lilo y Stitch, pues ya habían culminado las actividades escolares del año. Fue entonces cuando Eva Mireles e Irma Garcia, las docentes a cargo, recibieron el mensaje de que había un tirador en las instalaciones.

Cerillo aseguró que una de las profesoras fue a cerrar la puerta tan pronto como vio el mensaje; sin embargo, no alcanzó porque Ramos ya había llegado al salón. “Hizo contacto visual con la maestra, de nuevo, la miró directamente a los ojos y le dijo ‘buenas noches’ y luego le disparó y la mató”, le relató la pequeña de 11 años al canal estadounidense.

Tras asesinar a la educadora, el joven de 18 años abrió fuego, asesinó a la otra profesora y a los niños del curso. No obstante, la niña no recibió ningún impacto de bala, aunque algunos fragmentos la alcanzaron en sus hombros y cabeza, los cuales fueron retirados en el hospital, detalló CNN.

Miah Cerillo: se untó de sangre y se hizo pasar por muerta

El tirador salió del salón y se dirigió a otro, fue cuando Cerillo recurrió a una acción para salvar su vida, pues tomó sangre de una amiga que estaba a su lado, se la puso sobre ella y se hizo pasar por muerta, porque temía que Salvador la viera y le disparará. “Se sintió como si hubieran pasado tres horas”, dijo.

Los padres de la pequeña aseguraron que su hija está sufriendo las consecuencias de haber estado en la escena del crimen, pues no puede dormir y vive con miedo todo el tiempo. Motivo por el que crearon un fondo para que las personas puedan ayudar con donaciones con el objetivo de pagarle la terapia.