Cada vez son más las mujeres que denuncian haber pasado por un calvario durante su parto, sin darse cuenta de que fueron víctimas de violencia de género.
Tener un hijo es un hecho que cambia completamente la vida de cualquier mujer, es por eso que se debe tener en cuenta la importancia de tener las mejores condiciones en cualquier momento del proceso desde la gestación hasta el momento del parto e, incluso, durante el posparto.
Esto quiere decir que en todas las actividades que se deben realizar durante este proceso, como citas médicas, tactos y jornadas de formación, y en los casos en los que peligre la vida del bebé, abortos o legrados, debe ser primordial el respeto tanto por la madre como por el bebé.
Diana Henao, especialista en medicina familiar, sexóloga clínica y educadora sexual, en medio de una conversación con Fucsia, habló un poco más sobre este fenómeno, cómo identificarlo y cómo denunciarlo.
La experta explicó que la violencia obstétrica, según la OMS “es aquella que sufren las mujeres durante el embarazo, cualquier tipo de maltrato físico, humillación, abuso verbal y cuando se hacen procedimientos médicos u otro tipo de intervenciones de manera coercitiva, o no consentida, que pongan a la mujer en una situación de vulnerabilidad”.
Asimismo, aclaró que esta vulneración de los derechos de las madres puede suceder tanto en los sistemas de salud pública como en la salud privada. Adicionalmente, así como puede consistir en acciones como las nombradas anteriormente, la omisión de algunos hechos también está tipificada como violencia obstétrica.
Diana Henao especialista en medicina familiar, sexóloga clínica y educadora sexual.La omisión de situaciones por parte del personal de salud puede, en un momento determinado, hacer daño físico o psicológico a la mujer durante el embarazo, parto o el posparto.
Según Patricio Clark, director de negocios de Organon Colombia, “hay oportunidades de mejora en la disponibilidad de servicios de salud sexual y reproductiva donde las mujeres puedan tener acceso a una atención por profesionales en salud que, reconociendo su momento de vida, sus preferencias y la mejor evidencia científica disponible, puedan aconsejarlas sobre cómo cuidar su salud sexual”.
Diana Henao hizo énfasis en la importancia de que las mujeres tengan conocimiento de sus derechos y así puedan tener más claro el momento en el que estos están siendo vulnerados.
La médica afirmó que como madres y como mujeres, en el sistema de salud, “tenemos derecho a ser tratadas con respeto, de manera individual, en un ambiente en el que se respete el derecho a la intimidad y a la confidencialidad”.
Las madres también tienen derecho a recibir la correcta atención médica durante su parto, independientemente de si este es vaginal o por cesárea. De la misma forma, es tu derecho estar presente de forma participativa, tomar decisiones sobre tu cuerpo y tu proceso, con el fin de vivir un parto humanizado.
Diana Henao especialista en medicina familiar, sexóloga clínica y educadora sexual.Tienes derecho a recibir atención integral de manera oportuna, eficiente, conforme a tus costumbres, valores y creencias, a recibir, en caso de ser posible, la anestesia obstétrica. Y, por supuesto, a recibir asistencia de manera psicosocial si tienes preocupaciones por situaciones que esté presentando durante su embarazo.
Finalmente, también tienes derecho a ser informada sobre tu salud y la de tu hijo tanto durante la gestación como durante el parto. Estar acompañada por alguien de tu confianza, y conocer información sobre la lactancia y los métodos de planificación para que, si así lo quieres, puedas evitar un segundo embarazo, aseguró Diana Henao.
Algunas prácticas que se catalogan como violentas han sido normalizadas por muchas, por ejemplo, no es normal que el personal médico le diga que no grite, que se quede callada, que aguante el dolor, o utilice frases como “A ver, ¿usted no quería esto?”, “no sea floja”, entre otras.
Por otro lado, los tactos vaginales que vulneren su privacidad, y los controles médicos rápidos y mecánicos, también constituyen la violencia obstétrica, “aquellos donde el médico, pierde el sentido humano, ignorando los temores de los pacientes y las múltiples preguntas que pueden haber”, afirmó Henao para Fucsia.
Diana Henao especialista en medicina familiar, sexóloga clínica y educadora sexual.Otra forma de violencia es cuando se hacen partos inducidos o cesáreas innecesarias. Todas estas formas de agresión impiden que la mujer goce de un parto humanizado, de una gestación humanizada. Su sexualidad, y su sentido de bienestar femenino se ve afectado.
La experta aseguró que cualquier mujer puede denunciar este tipo de tratos y procedimientos inadecuados. De hecho, así lo ha pedido el Ministerio de Salud, que ha motivado a quienes se han sentido vulneradas a imponer peticiones, quejas y reclamos frente a la institución prestadora de salud, quienes están obligados a investigar.
Finalizó la médica.El sistema de salud recibe todas estas inconformidades y está en la obligación de dar respuesta a todos estos reclamos, se debe seguir trabajando para que este tipo de situaciones no sucedan, y cuando se den, se pueda hacer el llamado de atención necesario.