Aunque no los veas, estos pequeños arácnidos están caminando siempre por tu entorno. Y aunque viven aproximadamente tres meses, sus crías siguen produciendo enfermedades. Te damos consejos para que tu casa y puesto de trabajo no sean su lugar favorito.
En la cama, la silla de tu trabajo, tu guardarropa, los peluches de tus hijos...allí están. Viven cerca de tres meses, pero dejan en promedio 80 crías. Son resistentes al frío y al calor y son capaces de adaptarse a cualquier ambiente. Su tamaño, entre 0,25 y 0,35 micras, hace que sean imperceptibles a la vista, por lo que no es tan fácil erradicarlos.
Estos animales necesitan tres factores para su infestación: El calor (en este caso, funciona muy bien la temperatura del cuerpo humano); la humedad del ambiente y la comida o, en otras palabras, la piel muerta que diariamente nuestro cuerpo desprende. Por esta razón, su hábitat preferido es el colchón de la cama.
Pero lo peor es que son los principales causantes de alergias, gracias a las partículas de materia fecal que producen. Evítalos y erradícalos con estos simples consejos. Toma nota:
- Deja que el aire corra. Trata de abrir las ventanas por lo menos tres veces al día para que fluya la ventilación.
- Si tienes tapetes en casa lávalos constantemente y airéalos. El ácido tánico es una excelente opción para lavarlos.
- Lava, desinfecta y saca al aire los peluches de tus hijos. Evita que duerman con ellos.
- Aspira, no solo los tapetes, la ropa de cama, los peluches y hasta tu guardarropa lo necesitan, por lo menos una vez por semana.
- Si vas a lavar tu ropa de cama sumérjela en la lavadora a 60 grados centígrados, semanalmente.
- Limpia el polvo siempre con un trapo húmedo para no levantar las partículas en el aire. Hazlo una vez por semana.
- En el mercado existen sprays anti ácaros que te pueden ayudar, además de los métodos anteriores, a contrarrestar el riesgo de enfermedades respiratorias.