La depilación genital: moda versus salud

Fucsia.co, 20/4/2014

Razurar o no nuestra zona genital corresponde a una tendencia que marca una mirada particular sobre el cuerpo femenino, que genera, incluso, unas implicaciones en la salud sexual. Expertas en el tema nos hablan sobre sus consencuencias.

Imágenes de las vitrinas de American Apareal - Foto:

Por: Luisa Torres Tobar

La depilación total del pelo púbico se ha convertido en una práctica frecuente. En el pasado, esta práctica era común en las mujeres, pero ahora la mayoría de hombres también lo hace, sin conocer los pormenores que esto puede conllevar. Sin embargo, actualmente existe una nueva tendencia de moda  de volver a los “bushes” , término que se refiere a mantener el pelo púbico sin depilar. A propósito de esta nueva tendencia, ¿qué tan saludable es quitarse el pelo de esta zona tan delicada?

Actualmente muchos me preguntan mi opinión como sexóloga, si es bueno o no depilarse totalmente esta zona por cuestiones de higiene y salud; por eso me decidí a escribir este artículo para informar sobre los posibles efectos que puede conllevar depilarse totalmente el área genital. Dejo a consideración la opinión y las decisiones de cada cual.

Estudios han revelado que la depilación total de la zona genital puede causar hongos, foliculitis, condilomas, y enfermedades de transmisión sexual, como también infecciones por medio de la  propagación de bacterias (por falta de aseo de los utensilios depilatorios o por cambios en la flora de la piel) así como en las sabanas, toallas y baños públicos.

Profesionales como el dermatólogo Ramón Grimalt, miembro de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV) y el equipo de científicos miembros de la Asociación Médica Americana,  conformado por Lindsey Schmidt Berger, Barry Ladizinsky y Margalida Ramírez Fort, han publicado recientemente estudios donde comentan que la depilación total de la zona genital puede generar microtraumas en la piel y en las estructuras subcutáneas, que hacen que la propagación de las infecciones sean de fácil transmisión, mientras que si mantenemos el pelo púbico,  el riesgo es mínimo ya que este actúa como una barrera protectora de infecciones.

Al igual que el pelo de la cabeza, que sirve para evitar quemaduras solares, traumatismos y nos protege del frio, el pelo de las cejas y las pestañas  que  nos protegen los ojos al reducir la cantidad de luz y partículas que penetran en los mismos, el pelo de la zona genital cumple funciones claras como proteger la zona de heridas, de golpes y de infecciones del exterior, así como también de enfermedades y bacterias durante las relaciones sexuales.  Si los dos miembros de una pareja tienen los genitales sin pelo, cualquier infección que tenga algún miembro y se encuentre encima de la piel en la zona, pasará ineludiblemente a su compañero sexual.

Para evitar contagios de infecciones es importante no exponer esta zona y dejar que las barreras naturales que crea el mismo cuerpo cumplan su función, pues por alguna razón todavía existe el pelo en esta zona. Sin embargo, esto no supone un riego si las personas quieren cortar parte de su pelo o depilarse el área lateral ya que hay un menor roce en esta zona.

Si te gusta estar depilada totalmente o lo haces porque a tu pareja le gusta, te recomiendo que tengas en consideración los riesgos que pueden correr.



Imágenes de Sophia Loren con las axilas sin depilar

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A propósito de este tema, conversamos con la crítica de moda Vanessa Rosales, quien nos da una mirada de la depilación como una tendencia estética.

1. ¿Cuando hablamos de depilación femenina estamos ante un mero discurso de moda, o crees que hay otros factores que puedan estar influyendo a la hora de decidir qué pasa con esas partes privadas del cuerpo femenino?
 

La respuesta a esto es mixta. La depilación femenina siempre tiene que ver con el discurso de moda de una época. Cuando pensamos en moda, solemos hacer una asociación casi inmediata con ropa, y olvidamos a veces que la moda está ligada indisolublemente al cuerpo. Las prácticas del cuerpo y la belleza están todos conectados con los discursos de moda que dominan un momento particular.

Lo que define aquello que clasifica como moda en una época son las imágenes. Las que representan pictóricamente moda, belleza, movimientos del cuerpo. (En algún momento fueron las pinturas, en otras las placas de prensa, después la fotografía, el cine). Hoy, finalmente, vivimos en un mundo donde existe un exceso de imágenes, digitales, accesibles y de libre circulación. En últimas, sea cual sea el estilo de ellas lo que es bello o fashionable en un momento específico coincide siempre con esas imágenes. Esas imágenes sirven de referencia para las mujeres en sus prácticas de moda cotidianas.

Por ejemplo, si en los setenta circulaban imágenes de mujeres que no se depilaban completamente, esa modalidad de depilación era lo que clasificaba como bello o ‘a la moda’ en ese momento. Así que el tema de la depilación femenina de hoy tiene mucho que ver con las imágenes que circulan como referencia. Recientemente, algunas revistas de vanguardia como V Magazine o Love han mostrado modelos sin depilación completa, mientras que el calendario Pirelli de hace unos años dejó entrever una tendencia por depilación total. Los discursos de moda de hoy son múltiples y rara vez son fijos. Las imágenes que representan el tema tienen mucho que ver, pero esto no agota todas las explicaciones para el tema.
 
 2. ¿Asistimos a una dimensión cada vez más pública de ese cuerpo privado e íntimo de la mujer? Es decir ¿lo que antes le competía a una mera decisión individual cada vez parece ser más un mandato colectivo?
 
Nunca ha sido meramente colectivo ni netamente individual. Históricamente, el cuerpo femenino siempre ha sido una especie de pantalla donde se proyectan ideales, convenciones y debates de una cultura. El cuerpo femenino siempre oscila entre lo público y lo privado. Por un lado, desde los años sesenta y en muchas partes del mundo, las mujeres tienen más control sobre su cuerpo, a nivel individual.

Por otro lado, el cuerpo femenino siempre es público en la medida en que se usa como objeto de representación, por ejemplo, para vender moda o como objeto de deseo erótico. Una de los retos de ser mujer siempre es buscar balance entre esos discursos e imágenes del cuerpo femenino que circulan públicamente, con las decisiones y prácticas personales. De fondo, lo que reconfirma este tema es que el cuerpo de la mujer sigue siendo el lugar, físico y simbólico, donde se proyectan inquietudes de una sociedad. Lo interesante también es que las representaciones del cuerpo femenino han sido casi siempre hechas desde la mirada masculina.
 
3. ¿Está la depilación de las piernas y de las axilas, y luego la del pubis, relacionada o vinculada a un fenómeno o episodio social en particular?
 
Por supuesto. De nuevo, tiene que ver con las imágenes que circulan en un momento particular. En este caso, por ejemplo, está relacionado con el ascenso de la pornografía que se vio particularmente en los años ochenta, con los ideales de belleza que de un tiempo para acá son considerados deseables.

La pornografía siempre ha existido, pero desde los años ochenta el mundo comienza a globalizarse. La revolución de la televisión por cable, y eventualmente de Internet, hizo que las imágenes comenzaran a circular mucho más masivamente. Algo similar sucede con la incidencia que tienen las brasileras en el tema de la depilación total. La globalización, con su libre acceso a muchas más imágenes, permitió acceso a estas modalidades de belleza, a que se convirtieran en referencia.

La depilación femenina fluctúa, como lo demuestran los casos que mencioné anteriormente. También reflejan los ideales de feminidad que se han ido anclando a nivel global. Hace unos años, la presentadora de televisión Charlotte Roche se dejó crecer pelo debajo de las axilas. Su trabajo era en el canal de música popular alemán. La imagen causó revuelo y múltiples comentarios. Un tiempo después Roche escribió un libro donde el personaje femenino central hacía de la asquerosidad física su mayor actividad. Una asquerosidad que ‘no es propia de lo femenino’. Lo que Roche quería comentar era que en esos ideales femeninos que dominan nuestro tiempo, las mujeres no tienen pelo, ni se enferman, ni huelen mal. Su libro, radical y desagradable, era una contestación a lo que es “naturalmente” femenino. La depilación femenina tiene que ver con esos ideales de mayor escala, también con la moda que domina, pero también con la individualidad de una mujer.
 
  4. ¿Hay alguna postura desde las corrientes feministas sobre este tema?
 
El feminismo es una corriente de pensamiento bastante amplia, con muchas posturas y muchos matices. Una feminista de la década del setenta pudo haber abogado por una de las ideas que más se asocia al feminismo “rancio”: dejar el cuerpo femenino al “natural”, es decir, sin depilaciones. Pero lo que es “natural” también varía y se construye social y culturalmente.

Tener pelo no necesariamente es "natural". El feminismo, además, responde a la época en que se pronuncia. Las inquietudes feministas de los setentas y ochentas no son exactas a las de hoy. Tal vez hoy una mujer del postfeminismo argumente que depilar sus partes íntimas es sinónimo de tener agencia o control sobre su propio cuerpo; mientras que otras feministas dirán que su decisión viene dictada por los discursos dominantes que ella asume como suyos y tal vez abogarán por algo similar a la de una feminista de otro tiempo. Algunas feministas creen que utilizar la moda, la belleza y su sexualidad las dota de poder. Otras creen que es una fragilidad. Como con toda corriente de pensamiento, el reto es no caer en un radicalismo que ciegue. El feminismo de hoy tiene el reto de navegar los terrenos del ser y la apariencia, en un mundo donde las imágenes circulan cada día en mayor cantidad y sin mediación.
 
5. Crees que este mandato depilatorio puede estar relacionado con el expandido higienismo con el que se nos bombardea en la publicidad? O, ¿a qué puede obedecer?
 
Creo que tiene que ver con las imágenes que circulan en nuestra época. A veces son mujeres completamente depiladas, a veces dejan una sutil muestra sin desaparecerlo por completo. La publicidad ciertamente es una fuente para esas imágenes. También las revistas impresas. Las imágenes digitales. Y así. Lo que es bello, natural y la moda varía según el contexto y de eso depende también el grado de depilación de un lugar a otro.
 
6. No sé si podrías compartir con nosotros algunas reflexiones que te susciten estas iniciativas que están tomando marcas de moda como American Apparel
 
American Apparel tiene una historia en apelar a cuerpos femeninos más “reales” para sus campañas publicitarias, es cierto. También tiene una reputación en apelar a la provocación para atraer atención masiva. Vivimos en un mundo donde las señales son cada vez más difíciles de leer.

No siempre se puede determinar el nivel de autenticidad de un mensaje. La marca bien podría querer simplemente interesar al público en sus vitrinas para vender más. O podría estar haciendo una afirmación sobre la libertad que tiene una mujer para escoger lo que hace con su cuerpo. Puede ser alguna de las dos, o las dos combinadas, o ninguna en particular. Nos rodean tantas imágenes, tanto información visual que causar impacto es cada vez más difícil.

Leer el contenido detrás del símbolo lo es también. Lo que sí es cierto es que estas iniciativas de American Apparel confirman que el cuerpo femenino sigue siendo uno de los terrenos más complejos y espinosos. Finalmente, que se dé tanta importancia a este tema refleja que si es un tema de mujeres, entonces se convierte en debate público. Nadie habla del pelo de los hombres.

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