Nutrición

Los super alimentos

, 7/7/2010

Fáciles de encontrar, preparar y disfrutar: alimentos simples que mejoran la vida y rompen con muchos mitos nutricionales.

La leche y el chocolate, milagrosos y deliciosos. (Foto: Thinkstock) - Foto:

En la búsqueda de mejoras para la calidad de vida, los científicos han llegado a la conclusión de que ninguna píldora o elixir hace tanto bien como los alimentos que se consumen día a día. Muchos de los productos que pasamos por alto en el supermercado han sido motivo de estudios exhaustivos que han concluido sus grandes cualidades como antioxidantes, fuentes de calcio, anticancerígenos, entre otras. Incluirlos con cierta frecuencia en tu dieta nunca está de más, como una menera natural de darle al cuerpo todo lo que necesita.

Tomates frente al cáncer
Además de ser delicioso, el tomate posee una gran concentración de pilpoceno. Estudios recientes han demostrado que niveles altos de esta sustancia en la sangre coinciden con una menor incidencia de cáncer en la próstata, colon, páncreas y pulmón. Curiosamente, el licopeno se absorbe mejor cuando ha sido expuesto a altas temperaturas, así que comiencen a tener en cuenta su receta de salsa de tomate natural con mayor frecuencia. Por otra parte, el tomate tiene una gran versatilidad en la cocina y combina de maravilla con muchos otros alimentos como quesos, pastas, carnes y de todo tipo.

Su majestad el chocolate
¿ Quien dijo que no? Finalmente la ciencia favorece los placeres y el chocolate no es tan malo como suelen ser las cosas deliciosas, de hecho, una persona a dieta podría comer hasta 20 gramos de chocolate diario (equivalente a 2 pastillas pequeñas).
El chocolate amargo es mucho mejor, porque contiene menos azúcar. Se ha demostrado su contenido de estrógenos, de ahí que sea tan deseado por el sexo femenino y puede administrarse como remedio (en cantidades moderadas) durante esos días de desarreglos hormonales. 

El encanto de los frutos rojos
Con sólo ver sus colores intensos se sospecha que deben ser buenos. Fresas, moras, arándanos, agraz. Son una buena fuente de antioxidantes, e incluso alguno como los arándanos, oscuros (blueberries) son efectivos para reducir los niveles de colesterol en la sangre, mientras que los rojos (cranberries) están siendo estudiados por contener una sustancia que sería buena contra la endometriosis. Es ideal licuados con un poco de agua y tomarlos con toda la pulpa. La otra opción deliciosa es congelarlos, quedan mejor que cualquier helado de fruta.

Sabor y salud
El ajo y la cebolla además de ser condimentos naturales son reconocidos por sus diversas propiedades desde hace varios años. Louis Pasteur encontró que el ajo es un antibiótico natural. Su consumo mejora las defensas del organismo contra virus y bacterias. También se ha demostrado que es efectivo para mejorar la presión arterial y los niveles de colesterol. Por su parte, la cebolla se considera en la medicina naturista como uno de los alimentos sanadores más polifacéticos, Es excelente para contrarrestar problemas respiratorios. 

Del mar a la casa
Los pescados y mariscos continúan siendo líderes en la lista de los alimentos saludables, en sin embargo, clave ingerirlos lo más fresco posible. Los pescados azules como el salmón, sardina, atún, (frescos no en lata), pez espada o anguila (los encuentras en los restaurantes  de sushi) poseen una gran concentración de ácidos grasos como el Omega 3 que ha resultado ser bueno para el corazón y la renovación celular. Los mariscos, por su parte, también tienen una buena cantidad de minerales como calcio, hierro y potasio.

Lácteos contra los kilos
Aunque la idea tiene algunos detractores, los estudios se han ocupado de investigar la relación entre el consumo de calcio y la regulación del cortisol.

El cortisol es una sustancia encargada de liberar ácidos grasos y glucosa cuando el cuerpo se encuentra en alguna situación de estrés y los músculos requieren mayor energía.  Lo que sucede es que en nuestros días la mayoría de la tensión es de origen emocional y no requerimos desgaste físico entonces el cuerpo no logra gastar toda esa energía contenida y termina por almacenarlas en forma de grasa especialmente, en la zona del abdomen, por es un punto central que puede proveer energía a cualquier zona de del organismo. El calcio contenido en la leche y sus derivados logra regular estas descargas de cortisol y, por ende, evitar dicha acumulación de grasas.