nutrición

El vegetarianismo, una opción.

, 2/8/2009

Pese a no ser una corriente nueva, el vegetarianismo toma cada día más fuerza como tendencia a la hora de alimentarse.

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El vegetarianismo no es una tendencia que se haya producido hoy, viene desde muchos siglos atrás como resultado de corrientes religiosas que no permiten la violencia hacia los animales. Estas creencias son: el hinduismo, el jainismo y el budismo. El hinduismo, por ejemplo, tiene como su animal sagrado a la vaca, lo cual les impide comer carne de este animal.

Esta costumbre se ha mantenido, transformándose según las épocas y las nuevas condiciones socio-culturales. Hoy, no está ligado exclusivamente a aspectos de carácter espiritual, en muchos casos responde al interés de algunas personas por mejorar su calidad de vida, ya que consumiendo proteína animal no logran estabilizar su salud.

Ser vegetariano, en esencia, significa no comer ningún producto animal. Si se asume de una manera más estricta –vegan- no debe consumirse tampoco ningún derivado lácteo o huevos, quienes deciden excluir el consumo de carnes, pero incluyen en su dieta huevos y leche, así como sus derivados, se denominan ovo-lacto-vegetarianos.

Otras clases de vegetarianos son: los crudívoros que comen vegetales y frutas cocidos, en la medida de lo posible; sin pelar; los frutaríanos que promueven el no consumo de carne ni verdura; los granivorianos que eliminan la carne y los productos de origen animal y los reemplazan por granos como el fríjol, las lentejas o los garbanzos; los lácteo-cerelíanos que como su nombre lo índica sólo consumen lácteos y cereales.


¿Cómo ser vegetariano?

Para serlo debes tener en cuenta cinco cosas básicas para tu organismo:

1. Infórmate: Lee libros y revistas relacionadas, descubre los pro y los contra, averigua con tu nutricionista de cabecera y calcula las repercusiones en tu cuerpo.

2. Investiga: Habla con personas que sean vegetarianas, comparte con quienes lo hacen para que te den sus puntos de vista.

3. Prueba primero: busca tus recetas, ve a almacenes donde vendan los ingredientes adecuados y prepara una cena en una tarde, sin prisa en tu casa, así podrás descubrir si realmente te gusta.

4. Siente tu paladar: experimenta otros sabores, mira qué pide tu cuerpo, ten voluntad frente a la comida que no te aporta mucho, busca tu verdadera convicción.

5. Convéncete: si en verdad después de pasar por todas las pruebas estas convencida que es el camino que quieres seguir, aplícalo en tu vida.
Sin embargo, como cualquier forma de alimenticia puede presentar complicaciones a nivel físico, ten en cuenta que asumir una dieta vegetariana de manera adecuada puede causar anemia y falencias de hierro, calcio, complejo B y proteínas. Por ello debe ser manejado en forma atenta, consumiendo una variedad correcta de frutas, vegetales, legumbres, cereales y alimentos fortificados con B12.