Realeza

La verdadera relación entre la reina Isabel y la princesa Diana

Revista FUCSIA, 8/9/2022

Mucho se ha especulado sobre la vida de la reina Isabel II con Diana de Gales. Pero ¿qué fue lo que realmente pasó?

El legado de la princesa Diana.
En esta fotografía del 4 de agosto de 1987 la princesa Diana de Gales, izquierda, y la reina Isabel II de Gran Bretaña sonríen a la gente fuera de Clarence House en Londres. Como se sabe, la reina Isabel y la princesa Diana mantuvieron una estrecha relación, incluso cuando la duquesa se separó del príncipe Carlos. Foto: AP / Martin Cleaver, archivo. - Foto: Copyright 2021 The Associated Press. All rights reserved

“Yo no sé qué debes hacer”, fueron las frías palabras de la reina Isabel hacia Diana Spencer, en su nombre de soltera, cuando esta le comentó que estaba en un matrimonio “sin amor” y no sabía cómo manejar la situación.

En el libro Diana: Her true story, el biógrafo Andrew Norton relata que cuando ambas se conocieron, la reina mostró gran simpatía por Diana. La abuela de la princesa de Gales había sido dama de honor de la reina madre y el hermano de Diana, Charles Spencer, era ahijado de Isabel II.

La reina incluso cargó en sus brazos a Diana cuando nació porque los Spencer eran buenos amigos de la familia y sus vecinos, por ello Lady Di era apreciada a los ojos de Isabel para ser la esposa de su hijo Carlos de Gales.

Era una unión prometedora, pero ¿qué pasó en la relación entre suegra y nuera de la realeza británica?

Los mejores momentos de Isabel y Diana

A los 19 años, la reina invitaba constantemente a Diana al palacio. Allí, la joven mostraba no saber comportarse en sociedad con gestos infantiles como caerse de un caballo.

Este tipo de actitudes hacían ver a Diana como una niña inocente, pero entusiasta y enternecieron la mirada tanto de Isabel como de su esposo, Felipe de Edimburgo.

Las amistades crecen cuando hay enemigos en común y en un principio Camila Parker unió a la reina y a Diana. Isabel II nunca aprobó a Camila como acompañante de su hijo Carlos, ya que decía que su amorío “solo traía escándalos” para la familia.

Según Norton, cuando la relación entre Diana y Carlos empezó a decaer, la princesa de Gales frecuentaba el palacio en búsqueda de su suegra para consejo y apoyo. El cual, al parecer, y en un principio, sí encontró.

Las peleas con Carlos provocaban en Diana episodios frenéticos y psicológicos difíciles de sobrellevar, incluso ella misma se lastimaba. Cuando esto empezó a suceder con frecuencia, tanto Isabel como Felipe buscaron ayuda y llamaron a psiquiatras para que la ayudaran.

“Ella no es como nosotros”, era la frase que utilizaba la monarca para excusar los comportamientos de su nuera, haciendo referencia a las presiones de la monarquía con las que Diana no había crecido.

En medio de la crisis matrimonial de Diana y Carlos, surgieron los rumores de los amoríos de Lady Di. Estos rumores estaban fundamentados porque el teléfono de la princesa había sido interceptado.

En dichas comunicaciones telefónicas se pudo escuchar una conversación con James Gilbey, uno de los presuntos amantes, en la que ella le comentaba estar preocupada por un posible embarazo.

Sin embargo, la Reina apenas supo sobre esta información, pidió el favor de manejarla con discreción y en secreto. ¿Para beneficio de quién? El biógrafo Robert Lacey asegura que fue para beneficio de Diana, quien, aún después del divorcio con Carlos, generaba simpatía y, en especial, pesar en la Reina.

El declive de Isabel y Diana

La inmadurez de Diana, que en un inicio fue signo de gracia para la reina Isabel, más adelante sería la causante de que se empezara a deteriorar la relación.

Los episodios psicóticos de Diana por su situación marital con Carlos eran cada vez más frecuentes e intensos. La biografía de Norton relata que la princesa de Gales empezó a mostrar signos de bulimia e intentó suicidarse en más de una ocasión.

Al principio, la reina recibía con agrado a Diana cuando esta buscaba consuelo por su relación marital. Sin embargo, fuentes del palacio cuentan que una vez la princesa lloró hasta tres veces en una hora, lo cual deterioró un poco la simpatía de Isabel, ya que eran episodios muy frecuentes.

El libro también cuenta que Isabel no estaba contenta con otras actitudes de su nuera. En primer lugar, Diana tenía un trato muy cercano con mayordomos y guardaespaldas, a quienes les contaba secretos íntimos de su vida y de la familia real.

Además, Diana no tenía reparo en decir de manera pública y abierta los acuerdos y cantidades de dinero que negociaba en el Palacio de Buckingham. Pero el hito que quebró el lazo entre ambos miembros de la realeza británica se dio en 1995.

Ese año, Diana dio una entrevista exclusiva a la BBC; muchos medios buscaron un encuentro con ella durante mucho tiempo sin lograrlo. En dicha entrevista, las revelaciones fueron explosivas.

“Éramos tres en este matrimonio”, dijo en ese entonces Diana, refiriéndose al amorío de su esposo Carlos con Camila Parker, y fue una de las confesiones que quedarían inmóviles en el tiempo. Además, la princesa de Gales confesó haber tenido también un amorío, el cual fue con el militar James Hewitt: “Sí, lo adoraba. Sí, estaba enamorada de él”, fueron sus palabras al respecto.

Además, en esta entrevista Diana opinó que no consideraba a Carlos “digno para ser rey” y que ella quería ser reina “pero de los corazones del pueblo”, afirmación que la reina sintió como un ‘vainazo’ en su contra, ya que Diana también comentó que la monarquía debería ser más cercana a las personas.

Diana había puesto a la familia real en el escrutinio público para ser criticada. El periodista Anthony Holden escribió en 1992 un artículo para Vanity Fair en el que señalaba que la princesa de Gales era el “único miembro de la familia real que mantiene una lealtad tribal por parte del público que la adora”.

¿Qué habría pensado la reina mientras veía las confesiones y las críticas de su nuera a la vida en palacio? Lo que se sabe es que casi un mes después de la entrevista, Diana y Carlos anunciaron su divorcio, respaldado por la reina. Algunos investigadores afirman que no solo lo respaldó, sino que lo ordenó. Esto puede dar un vistazo de lo que sentía Isabel II.

Esta entrevista fue determinante para su relación con la reina y la realeza, en general: “La entrevista quemó los puentes de la princesa con el resto de la familia real y la privó de la protección de la monarquía”, opinó Patrick Jephson, el secretario privado de Diana entre 1988 y 1996, para el diario The Sun.

“Me convertí en una amenaza. ‘Es la esposa separada del príncipe de Gales. Eso nunca había pasado. ¿Qué hacemos con ella?’, decían en palacio. Mi vida se volvió muy difícil. Me bloquearon los viajes al exterior y mi correspondencia. No soy viable en esta familia porque no sigo un libro de reglas, porque me guío por el corazón y no por la cabeza”, fue una de las conclusiones de Diana durante la entrevista.