Arte y moda

 
El reconocido pintor y grabador colombiano Pedro Ruiz, se le midió a intervenir cinco fotos de la señorita Chocó, Lina Marcela Mosquera, para la portada de esta edición de FUCSIA.    
 
Por:  Laura Samper Blanco
 
De niño no quería ser pintor. Es más, le huyó tantos años al tema de las bellas artes, que antes de ser artista intentó ser músico y arquitecto. “Creía que estaban locos”, afirma. Sin embargo, a la vez que huía de esa idea de vida bohemia, siempre tuvo presente que el arte es la expresión más sublime del ser humano. De hecho, este bogotano, graduado del Liceo Francés, recuerda que era un chico retraído al que se le dificultaba conquistar el mundo, y encontraba en el dibujo la manera más fácil de poseerlo.

El destino lo llevó a París y allá fueron sus amigos quienes prácticamente lo matricularon en la Academia de Bellas Artes. “Ahí me encontré con el grabado. La academia te obliga a coger el pincel”, dice el hoy reconocido pintor y grabadista, Pedro Ruiz.

También cuenta que siempre le gustó mostrar formas alternativas, por lo que encontró en el vestuario y en la moda a los mejores aliados. Asimismo, su cercanía con el ámbito de la publicidad –fue director artístico de McCann Ericsson– le mostró que ser pintor no es sólo hacer cuadros. Se define como un generador de proyectos. Siempre está en algo. Su vínculo con la moda comenzó en los años 80, cuando, al lado de Carlos Cubillos, fue uno de los creadores de la Vía del Sol, en Bogotá; una calle destinada a acoger las tiendas de los grandes diseñadores locales. Eran los tiempos de Madame Crepé y Cha Cha Cha, recuerda Ruiz.

Al mismo tiempo que se interesaba y ahondaba más en el tema de la moda, se metió de lleno en el teatro. Y es que a este artista la parte teatral y dramática del vestuario, es precisamente lo que siempre le ha llamado la atención de la moda. Por esa misma época, fue él quien se encargó de los vestidos para la versión de la obra de teatro ‘La Gaviota’, del ruso Anton Chejov, que se hizo en Colombia.

Uno de sus más recientes trabajos es el que tiene con Bonny Forero. Se trata de un libro que ata el concepto artístico de Ruiz con la investigación de la sicología de la indumentaria que aporta Forero. Una publicación a la que tentativamente quieren llamar Bonny and Pit, y para la cual escogieron a varias mujeres importantes del siglo pasado a las que el artista les va a diseñar un vestido.

Es un proyecto macro que tiene como invitada a la diseñadora Olga Piedrahíta, quien se le midió a hacer uno de los diseños para que luego Ruiz lo pinte. Con esta idea en la cabeza, y antes de presentar al público el resultado final, el artista se unió con la Revista FUCSIA para intervenir con sus diseños las fotografías de la virreina nacional de la Belleza, Lina Marcela Mosquera, tomadas por el fotógrafo Pizarro.

Para los que se están preguntando cómo es el proceso de esta creativa producción, la respuesta es: durante un día se trabajó con la modelo y el fotógrafo en un estudio fotográfico. El pintor, de antemano, dio un atisbo de las poses sobre las cuales quería diseñar. Así, Pizarro tomó fotos de Lina Marcela, imágenes que luego envió a Ruiz impresas y él pintó sobre ellas con sus oleos. En todas hay temas recurrentes de su obra. La de las amapolas, por ejemplo, hace parte de la exposición ‘Love is in the air’, por medio de la cual hace, entre otras cosas, una critica a las fumigaciones con glifosato en el país. De la misma manera, se ven en estas fotos objetos y lugares recurrentes de su trabajo como la selva del Pacífico y los temas chamánicos. Los más agudos, seguramente gozarán con el doble sentido y humor negro de los títulos de estas fotografías.
Aunque de niño no quería ser pintor, no pudo eludir su destino. Es suficiente verlo sentado entre los coloridos cuadros en su estudio en Bogotá, para darse cuenta de que nació para ser uno de los artistas más innovadores y creativos que ha producido Colombia.