Catalina Escobar, la esperanza después de la tragedia

Revista FUCSIA, 5/2/2015

Es la directora e iniciadora de la Fundación Juan Felipe Escobar que fundó tras la muerte de su hijo con el objetivo de ayudar a madres adolescentes sin recursos. Un ejemplo de superación.

Foto: © CAMILO GEORGE/14. - Foto: tawfick espriella

Su lección es vital. Su presencia trastoca, inspira, conmueve y alienta a la acción. Es una mujer que a pesar de pasar por una dura tragedia familiar, decidió transformar todos esos sentimientos en fuerza para cambiarles la vida a cientos niños que nacen en situación de pobreza.

¿La actividad que más calma le trae?
Varias: el deporte, ir a islas del Rosario en Cartagena, leer y sumergirme en mi música.

Un sueño cumplido este año.
Haber salvado la vida de más de 340 bebés; haber contribuido a que 600 madres adolescentes empezaran a romper su ciclo de pobreza de manera definitiva; haber podido atender a 40 mil pacientes en extrema pobreza en el centro médico de manera digna con calidad y oportunamente. Poder ser la voz de miles de mujeres y niñas para hacer valer sus derechos. Tener un equipo de trabajo formidable porque los resultados de la Fundación Juanfe son posibles gracias al gran equipo de profesionales.

¿Qué capacidad personal le ha sido más útil para enfrentar la vida?
Ante todo, aceptar que soy un ser humano y que no pretendo cambiar algunas realidades que están fuera de mi control. Cuando eso sucede le bajas a la ansiedad para, de ahí en adelante, ponerle el pecho a lo que venga con paz, con una sonrisa y paso a paso.

Un(a) mentor(a) que le haya ayudado a abrirse camino y el consejo más importante que él (ella) le dio.

Sin duda, mi gran amiga Pat Mitchell, quien está dentro de las 50 mujeres más influyentes de Estados Unidos. Es una gran persona: ganadora de 37 Emmy Awards y fue la primera mujer en llegar a la presidencia de la cadena de televisión pública Americana PBS. De ella he recibido muchos sabios consejos, pero lo que más cobra valor es que por más lejos que llegues, siempre hay que tener humildad.

¿Cómo pueden las mujeres ayudar en el proceso de reconciliación que necesita este país?

Lo primero es sentarse en la mesa de negociación, un paso que ya se logró; tarde, pero se logró. Lo segundo, perdonar, porque sin el perdón no se puede avanzar. Luego, reconciliar. Debe existir también poder y propósito, porque cuando estas dos cosas se juntan siempre resulta una “revolución” que transforma la sociedad.

¿Qué les dice a aquellos que piensan que no hay nada que hacer para cambiar el mundo?
No me he encontrado al primero que diga eso. Aunque sí hay muchas personas con ilusiones apagadas. Lo veo en las niñas que sacamos adelante porque son personas que al nacer ya lo tuvieron todo en contra: miseria, violencia, abuso sexual, embarazo a temprana edad, hambre… Son situaciones muy duras y dolorosas, pero si ellas han podido salir adelante, han cambiado su vida, las de sus familias, y muchas de ellas su entorno, ¿eso no es cambiar el mundo?


FOTOGRAFÍA: © CAMILO GEORGE/14.

Una creencia colombiana que si fuera posible cambiar traería efectos positivos a esta sociedad.
El machismo, no solo en hombres sino en mujeres machistas, es decir, mujeres que validan los comportamientos machistas. Una sociedad progresa cuando la mujer progresa. Hay una enorme evidencia mundial que sostiene que el poder de la mujer en lo económico y social impulsa a las naciones al verdadero desarrollo social sostenible. Las naciones donde la equidad de género es más evidente, son mucho más prósperas.

¿Qué piensa del poder en manos de las mujeres?
Más que una mujer en el poder, diría una mujer líder. Creo que tenemos una capacidad infinita para liderar. Podemos manejar 25 cosas importantes al mismo tiempo. Una líder cohesiona a su equipo, empodera y sirve de facilitadora. Además, tiene una gran capacidad para organizarse con su familia y su trabajo.

Un vestido que se haya quedado para siempre en sus recuerdos por la relevancia que tuvo.
El vestido de matrimonio, ¡por supuesto!

¿Qué idea del amor aprendió en casa que ha marcado su historia personal?

Diría que la comunicación, el respeto y, sin duda, el decir “te amo”. Pero parte del amor de los padres a los hijos no es solamente corregirlos sino decirles muchas veces “no”. No creo en los padres que lo dan absolutamente todo. En mi casa, desde pequeña, me enseñaron a merecerme las cosas porque solo así se valoran y se logran con propósitos verdaderos.

¿Qué defecto ha vencido para poder ser mejor?
¡Muchos! Pero el que aún me cuesta mucho trabajo es levantarme temprano, porque soy dormilona. Me levanto temprano y soy muy puntual por mi trabajo, pero, ¡cómo me cuesta trabajo madrugar.


**Johanna Ortiz viste a Catalina Escobar:

"Catalina es una mujer ejemplar, su historia causa admiración. Transformó su dolor en algo positivo, salvando muchas vidas de niños y niñas adolescentes, dándoles salud, educación, amor y felicidad".