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¿Las mujeres odian al condón?

Por Arnoldo Mutis, 13/7/2010

Por años, las mujeres se han dejado influenciar por las falsas creencias de los hombres acerca del preservativo. Pero eso empieza a cambiar ahora que ellas están dispuestas a imponerse en la cama y el condón se convierte en fuente de prevención, pero también de placer.

Ellas se han tragado el cuento de que el preservativo inhibe la sensibilidad durante el coito. - Foto:

Aunque el condón lleva unos 400 años de presencia en la vida sexual y reproductiva del género humano, las relaciones tanto de hombres y mujeres con este adminículo todavía no han alcanzado su total madurez, ya que siguen mediadas por mitos y verdades a medias.
Ellos, sistemáticamente, se quejan de que el disfrute sexual pierde mucho salero con el preservativo, lo cual, como explica la médica sexóloga Nereyda Lacera, no es cierto y sólo existe en su mente, a fin de cuentas, el principal órgano sexual. Sin embargo, la insistencia de los hombres al respecto ha sido tal desde hace tanto tiempo, que han logrado influenciar a las mujeres, como lo deja ver el siguiente conjunto de respuestas expresadas por un grupo de participantes en un foro en Internet: “Hacer el amor sin condón es más natural; con el condón es artificial”. “Definitivamente, sin condón se siente más”. “Detesto usarlo, me siento súper incómoda, me fastidia”. “¡Odio el forro! No es que no sienta nada de nada, pero es distinto, no es ni de cerca como sentir la textura, la piel, la temperatura del miembro masculino dentro de la vagina”. La doctora Lacera trabaja en Profamilia, entidad pionera en salud sexual y en la promoción del uso del condón en Colombia, y explica que las mujeres tienen pocas habilidades para convencer a los hombres de que el preservativo no inhibe la sensibilidad y que hay que hacer la prueba. A partir de su experiencia, la especialista también registra cómo ellas siguen dejando la decisión del uso de protección durante las relaciones sexuales a sus parejas. “Ellas no los cuestionan, ni buscan una alternativa, incluso en parejas casadas”, dice.

Y muchas veces la relación entre el género femenino y el condón no sólo se ve afectada por el criterio del hombre, sino por ideas expresadas por ciertos jerarcas de la Iglesia, por ejemplo, que han llegado a proclamar que este utensilio no es del todo efectivo para prevenir el contagio del VIH. “Son ideas peligrosas”, dice la doctora Lacera, y con razón. Estudios científicos de diversas organizaciones de salud en todo el mundo, como Onusida, así como de las más prestigiosas universidades de todo el planeta, han demostrado que la protección con condón, cuando se usa correctamente, es casi ciento por ciento efectiva, no sólo contra el VIH, sino además contra otras infecciones de transmisión sexual y la prevención del embarazo.

Otro mito que ha obstaculizado un vínculo fluido entre las mujeres y el condón es la peregrina creencia de que la que le pide usarlo a su amante o lo lleva en su cartera es “fácil”, “recorrida” o más ardiente de lo debido. La muestra más extrema de este prejuicio proviene de China, donde hasta hace muy poco una ciudadana que fuese sorprendida por la policía con un preservativo en su cartera, se convertía inmediatamente en sospechosa de prostitución.
Pero aunque todos esos prejuicios subsisten, en especial en los sectores con menos acceso a la educación, un avance en todo este embrollo puede esperarse en los próximos años, ya que de acuerdo con la doctora Lacera, gradualmente, las colombianas han aprendido a ver el condón con más simpatía. Ellas han dejado de percibirlo como un mal necesario, asegura la experta, y empiezan a comprender que se trata de un aliado en la protección contra las infecciones y para evitar embarazos no deseados.

Un testimonio similar ofrece Ángela Delgado, quien como gerenta de Marca de Condones Dúo tiene toda la autoridad para afirmar que las mujeres están tomando más la iniciativa en cuanto a protección se refiere. “El preservativo ya no es tan lejano a la mujer y me sorprende mucho ver no sólo a las jóvenes, sino también a las señoras (de más edad) comprando condones”, declara.
¿Y qué le recomienda la doctora Lacera a sus pacientes cuando le expresan sus dudas acerca de este método de protección? Por supuesto, sus palabras en el consultorio siempre están encaminadas a desterrar los mitos. También procura que tanto ellos como ellas tomen conciencia del respeto por sus cuerpos y los de sus parejas, así como de los derechos sexuales de cada cual.

En el caso específico del sexo femenino, está muy en boga hablar del “empoderamiento” de las mujeres en cuanto a sexo se refiere. En primera instancia, ello apunta a reforzar su autoestima para que tengan valor y seguridad a la hora de exigir su derecho a protegerse. Esto incluye a sus esposos o parejas estables, ya que, como lo anota la sexóloga, muchas veces ellas están enteradas de que ellos les son infieles y no les exigen que usen condón. No hay que olvidar que nadie sabe a ciencia cierta cuál ha sido la historia sexual de la pareja, cuánto ha contado de ese pasado, ni mucho menos es posible establecer a qué infecciones han estado expuestas sus amantes, etc.

Tampoco hay que pasar por alto que, si bien la responsabilidad tiene que ser un valor esencial en el goce de la vida sexual, no tiene por qué ser un atenuante para el placer. Es por eso que sexólogos, sicólogos y otros profesionales que tratan este aspecto, hoy están hablando mucho de la “erotización” del condón. Para comprenderlo es justo mencionar que, además de los problemas de sensibilidad, muchos hombres se quejan de que pierden la erección en el momento de ponerse el preservativo, lo cual los pone ansiosos e inseguros y los lleva a prescindir de la protección, como lo explica Lacera. Al respecto, la especialista les aconseja a las mujeres que sigan acariciando y estimulando al hombre mientras que el se coloca el preservativo. Otra opción es que ella se encargue de esta tarea, pues puede resultar muy excitante para él. En fin, se trata de que el adminículo sea integrado al juego erótico y en ello los fabricantes han hecho todo lo posible por brindar posibilidades no soñadas en la lejana época en que el condón se hacía con vejigas o intestinos de animales.

Hoy, la búsqueda de prevención está ligada al placer, gracias a la versatilidad de los materiales sintéticos, especialmente el látex, de los que están hechos los condones. Desde hace varios años, los hay de diferentes sabores, olores y formas, debido a que “nuestro erotismo se enriquece por los cinco sentidos”, de acuerdo con la doctora Lacera, quien, a modo de chiste, concluye: “Lo único que falta es que les pongan música”.
Y no le falta algo de razón, ya que de acuerdo con Ángela Delgado, de la Casa Dúo, la oferta de condones se ha diversificado en aras de minimizar los riesgos, pero también de encender la pasión y ejercer presión sobre las zonas más sensibles de la anatomía de ambos sexos. Es así como, además de ofrecer profilácticos con sabores novedosos como chocolate, amaretto y caramelo, esta marca se ha especializado en dar alternativas en las que el condón también hace las veces de juguete o ayuda sexual.
Tal es el caso del anillo vibrador, desechable y que, gracias a una pila que dura 20 minutos, es capaz de estimular el punto G femenino. Para quienes le ven al condón normal el achaque de que el calor de los genitales no es el mismo cuando se usa, este mercado también ofrece Hot Actino, un preservativo lubricado con un gel que eleva la temperatura al contacto. De igual modo, los fabricantes han atacado el mito de la pérdida de sensibilidad que se le atribuye al condón, a través de látex muy delgados, que no por eso son menos seguros, de acuerdo con Delgado, quien certifica la buena acogida de todos estos productos entre las colombianas. Y recalca, además, que ahora son muchas las esposas, novias o simplemente amantes que descubren estas novedades y se encargan de presentárselas a sus parejas, convencidas de que no hay como la tranquilidad de desfogarse en la cama sin el miedo a consecuencias no premeditadas.