¿Cómo un oso blanco puede enseñarte a olvidar a tu ex?
¿Qué tiene que ver un oso blanco con tus relaciones de pareja? Aquí te explicamos.
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No pienses en un oso blanco.
Ahora, seguramente estás pensando en un oso blanco. Pero no te preocupes, es algo perfectamente normal. Este efecto de pensar exactamente en lo que te dicen que no debes es llamado por los expertos la teoría de los procesos irónicos, o "el efecto oso blanco".
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En un estudio publicado en el Journal of Personality and Social Psychology, se les pidió a varios voluntarios que describieran sus pensamientos y se les exigió especialmente que no pensaran en un oso blanco. Los participantes no solo tuvieron problemas para dejar de pensar en el oso, sino que pensaron en él con una frecuencia inusualmente alta.
¿Y esto qué tiene que ver con las relaciones de pareja? El efecto oso blanco es muy frecuente cuando terminamos con una persona. Por más que intentamos dejar de pensar en él o ella, vuelve a nuestra mente, incluso en mayor medida que si no estuviéramos haciendo el esfuerzo deliberado de olvidarla.
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Y ahora que ya conocemos el efecto oso blanco, ¿Cómo podemos combatirlo? Estos consejos son del psicólogo Daniel Wegner, profesor de la Universidad de Harvard.
1. Elige un distractor y concéntrate en él. Así que cambia el oso blanco (es decir, tu ex), por un elefante verde, o el animal de tu preferencia.
2. Intenta posponer el pensamiento. Parece difícil pero trata de ponerte la meta de no pensar en el oso durante unos días.
3. Deja el ‘multitask‘. Estudios recientes demuestran que las personas con alta carga mental tienden a tener mayores pensamientos no deseados.
4. Exponte al oso. Puede que sea doloroso, pero puede ser efectivo pensar en el oso en formas controladas, para que no surja en los momentos en los que no quieres que aparezca.
5. Medita. La meditación y el mindfulness te pueden ayudar a evitar pensamientos no deseados. Mira también: ‘Mindfullness: hábitos para vivir el presente‘.
