¿Cómo afecta la falta de intimidad en la pareja?

En el caso de las parejas tradicionales la decisión de tener o no relaciones es una cuestión que afecta a los dos por igual en ese sentido, o ambos deciden activarlas o, por el contrario, optan por alejarlas de su vida.

No existe una regla de oro que nos diga cuál es el número apropiado de relaciones que se deben tener en pareja, pues cada una tiene y decide su propio ritmo de actividad sexual. Carmen G. Valcárcel Mercado, sexóloga médica, recopiló varios estudios realizados en países de Europa, Estados Unidos y México que le han servido para establecer un estándar de actividad sexual global aproximado, más no concluyente.

A la luz de esta investigación, lo común es tener intimidad entre dos y tres veces a la semana, lo que significaría hacerlo entre ocho y doce veces por mes. Sin embargo, hay parejas que disfrutan manteniendo relaciones sexuales una vez a la semana y parejas que lo hacen hasta cinco veces, por lo que esta media no debe ser tomada al pie de la letra.

¿Cuándo se presenta la falta de sexo?

Fernando Villadangos, sexólogo y escritor, define que la falta de sexo se presenta cuando uno de los dos miembros es capaz de afirmar ‘no tengo apetito sexual’. Pero, ¿por qué se presenta? La rutina, la dejadez, el estrés del día a día o los problemas cotidianos pueden hacer a muchas personas ir dejando de lado ese tiempo junto a su pareja e incluso se pueden presentar casos en los que se olvida mantener relaciones sexuales, algo que puede afectar de manera considerable la calidad de la relación de la pareja.

Además, la disminución del deseo sexual es más que normal a medida que se envejece. Estudios afirman que al menos un 70% de las mujeres que entre los 40 y 65 años, declaran que cada vez tienen menos ganas de sexo.

¿Por qué no quiero tener intimidad con mi pareja?

Según el portal lidiaquindos.com, estos pueden ser los efectos que se presentan por la ausencia de sexo.

• Mala calidad del sueño

La actividad sexual genera oxitocina, una hormona que influye directamente en cuán profundo es el sueño y cuánto se descansa en él. En la medida en que descansamos bien nuestras relaciones en pareja mejoran notablemente.

• Baja autoestima

El sexo provoca bienestar, genera sensación de ser amados por el otro y nos hace sentirnos importantes ayudando a olvidar los problemas del día a día. En el momento en el que disminuimos los encuentros sexuales es más difícil sentirse amado y deseado por el otro, pues uno se percibe menos atractivo lo que ocasiona una baja en el autoestima.

En algunos casos esta inapetencia sexual puede causar depresiones y cuadros de ansiedad que pueden afectar la calidad de vida de las personas.

• Aislamiento social

El sexo provoca la segregación de endorfinas, que son las encargadas de mantenernos con buen humor y sentir deseos de estar con los demás.

Cuando no se produce la cantidad suficiente de endorfinas hay menos relaciones sociales, se baja el autoestima y hay mayor dificultad para dormir y descansar.

• Cambios de humor, estrés, inestabilidad emocional

Finalmente, la ausencia de relaciones puede desencadenar reacciones de ira y altibajos emocionales que terminan afectando las relaciones con los demás. Incluso puede ser la causa de desacuerdos fuertes que terminen en divorcio.

Hay que tener en cuenta que si en el pasado has tenido relaciones sexuales malas, probablemente tendrás problemas para volver a empezar de nuevo. Muchas mujeres después de haber pasado por una experiencia de abuso toman la decisión de negarse a volver a empezar su actividad sexual.