En Shanghái, la maison reimagina el concepto de tienda uniendo retail, café y exposición en una estructura con forma de barco.
Louis Vuitton abre un nuevo capítulo en su historia con la inauguración de “The Louis” en Shanghái, China: un concepto de retail inmersivo que reúne tienda, café y exposición cultural en una estructura arquitectónica que emula un barco monumental. Ubicado en la calle Wujiang, en el distrito financiero de la ciudad, este espacio no solo rinde homenaje a la herencia de la Maison en los viajes transoceánicos, sino que también celebra el espíritu portuario y cosmopolita de Shanghái.
La fachada del edificio recuerda la proa de un navío, decorada con el clásico monograma metálico de la firma y niveles superiores apilados como si fueran baúles históricos. Inspirado en los inicios de Louis Vuitton como creador de baúles para travesías oceánicas, el diseño del edificio evoca la conexión entre la historia de la Maison y el legado marítimo de Shanghái (ciudad portuaria desde el siglo VI y epicentro del comercio internacional desde el siglo XIX).
En su interior, “The Louis” alberga tres experiencias integradas: una boutique de moda y accesorios para hombre y mujer; el Le Café Louis Vuitton, donde se fusionan sabores de Oriente y Occidente bajo la dirección de los chefs Leonardo Zambrino y Zoe Zhou; y la exposición inmersiva “Louis Vuitton: Visionary Journeys”, que invita a recorrer la historia creativa de la marca a través de instalaciones temáticas.
La escenografía, diseñada por Shohei Shigematsu (OMA), destaca con piezas icónicas como el “Trunkscape”, una estructura compuesta por baúles suspendidos que alude al corazón artesanal de Louis Vuitton. Cada sala explora un aspecto distinto del ADN de la Maison: desde sus inicios en Asnières hasta su relación con el mar, la literatura, el deporte, la perfumería, la moda y la innovación. La experiencia culmina en un taller vivo, donde artesanos demuestran en tiempo real el savoir-faire de la casa.
Le Café Louis Vuitton ofrece una carta que refleja la convergencia entre culturas, con platos como los “Monogram Raviolis” inspirados en jiaozi, la “César Salad Eclipse” con aderezo de yuja, o el “Louis Hao”, carpaccio de pargo con sabayón de bergamota. Postres como la Pavlova de frutas exóticas y la Peach Charlotte con té de jazmín completan una experiencia donde el gusto también viaja.
Con “The Louis”, Louis Vuitton refuerza su posición como Casa de Cultura. Este nuevo concepto convierte la experiencia de compra en un recorrido cultural, un puente entre oriente y occidente, pasado y futuro. Shanghái no solo acoge una tienda, sino un símbolo de viaje, creatividad y exploración sin fronteras.