¿Y si te dijéramos que ensuciarse un poco es justo y necesario para sentirse mejor?
Por @mishmashladies
Después de cinco años de pandemia, muchas personas conservan el hábito de limpiar todo: las manos, los implementos del hogar, el mercado... Pero, ¿y si te dijéramos que ensuciarse un poco es justo y necesario para sentirse mejor? ¿Qué pensarías?
No nos referimos a descuidar la higiene personal —tan importante para la salud— sino a algo mucho más natural. El Dirty Wellness, también conocido como “bienestar con tierra”, es un nuevo enfoque que nos recuerda algo que solemos olvidar al crecer: la tierra también cura.
Este término, o más bien este movimiento, nos invita a reconectar directamente con la naturaleza. ¿Cómo lograrlo? Caminando descalzos sobre la tierra o el pasto húmedo, ensuciándose las manos al plantar árboles o semillas, respirando aire de bosque, abrazando árboles sin miedo al qué dirán, o sumergiéndose en cascadas y ríos que la naturaleza nos regala.
Comprender que el bienestar no tiene que ser impecable para ser efectivo te ayudará a crear rutinas más flexibles y realistas que perduren en el tiempo. La ciencia respalda esta conexión: hay bacterias beneficiosas en el suelo que mejoran nuestro estado de ánimo, como la Mycobacterium vaccae. Un estudio publicado en la revista Neuroscience demostró que esta bacteria puede estimular la producción de serotonina en el cerebro, actuando de forma similar a los antidepresivos (Lowry et al., 2007).
Está comprobado que el contacto directo con la tierra, el agua y el aire reduce el estrés, fortalece el sistema inmunológico y libera sustancias químicas en el cerebro que nos hacen sentir felices. El Dirty Wellness también nos da un respiro del ritmo digital: apagar la pantalla y encender los sentidos es una dosis periódica indispensable para el organismo.
Para reconectar con la naturaleza no necesitas ropa sofisticada, aplicaciones móviles ni relojes digitales. Solo basta salir, respirar, recrear la vista y perderle el miedo a mancharse. Entonces, ¿te animas? ¿Qué tal si la próxima vez que llueva, en vez de correr para evitarla, saltas en un charco? Recuerda que el bienestar también se encuentra entre pies descalzos y un poco de barro en las uñas.