Sicología

Selfies: ¿narcisismo o autoexploración?

Fucsia.co, 15/1/2014

En el 2013 se convirtieron en toda una tendencia, tanto así que personalidades como el papa Francisco se atrevieron a publicar sus 'selfies' en las redes sociales. ¿Qué factores sicológicos hay detrás de ellas? Una experta los explica.

Foto: Tz.de

La palabra selfie lideró el ranking de los peores términos utilizados en 2013, según el listado que cada año elabora la Universidad Lake Superior State, de Estados Unidos. Las redes sociales, principalmente Instagram y Twitter,  se inundaron de autofotos, no solo de usuarios comunes sino de celebridades, mandatarios y hasta miembros de entes religiosos.

Sin duda, este término fue todo un éxito, hasta tal punto que fue incluido dentro del Diccionario Oxford y definido como “una fotografía que alguien toma de sí mismo, usualmente capturada con un  teléfono celular o una cámara web que, posteriormente, es subida a las redes sociales”.


Selfie y redes sociales

Parece que estos dos términos son inseparables en el verdadero significado de una autofoto, pues el destino final de estas imágenes, capturadas con un  celular con acceso a internet, son las redes sociales, lugar en el que se vuelven virales y, en donde nació su popularidad.

De hecho, los propios usuarios, amantes de la tendencia, han creado concursos virtuales, como el caso de las 'Olimpiadas selfies', en las que los participantes se retratan haciendo cosas descabelladas, como levitando, con la cabeza al interior de un acuario y de cabeza. Todo por tan solo un poco de fama.

Pero la moda no queda ahí. Celebridades y líderes mundiales han demostrado que no hay impedimento para ser parte de la comunidad selfie. En agosto de 2013, una foto del Sumo Pontífice junto a un grupo de jóvenes italianos le dio la vuelta al mundo. Se trata de una imagen, capturada por un smartphone de uno de los adolescentes, quienes se encontraban de visita en El Vaticano y que el periodista italiano Fabio Ragona logró captar, para, posteriormente, publicarla en su cuenta de Twitter.


Foto: Twitter


Más tarde, en diciembre del mismo año, el primer mandatario de Estados Unidos, Barack Obama, apareció en una autofoto junto a  la primera ministra de Dinamarca, Helle Thorning-Schmidt, y el primer ministro británico, David Cameron, en el funeral del expresidente Nelson Mandela. La fotografía se viralizó en redes sociales, tanto que el hashtag #MandelaMemorial fue el trending topic (en español, tema tendencia) de Twitter.

Y como no mencionar la polémica selfie de Kim Kardashian, luciendo su renovada y estilizada figura después de su embarazo, durante el que fue la comidilla de los paparazzi por su desmesurado aumento de peso. (Lee: 'La dieta Atkins, el secreto de Kim Kardashian y otras famosas')


La sicología de una selfie

“Los seres humanos han demostrado mucho interés en la autoexploración. Desde principios de los griegos hasta hoy día, la gente ha usado el autoestudio y autoobservación para explorar la identidad y el sentido de sí mismo”, asegura Pamela Rutledge, experta en experiencias narrativas de la inmersión en las tecnologías y directora de Media Psychology Research Center.

Según afirma, en un artículo publicado en el sitio web Psychology Today, los autoretratos datan del antiguo Egipto, en donde la gente rica y poderosa mandaba a hacer este tipo de autoimágenes, con el objeto de ser glorificados.

Y aunque se les ha dado una connotación negativa por ser catalogadas como una evocación a la vanidad excesiva, Rutdlege expone siete razones para argumentar lo contrario.

1.Las selfies facilitan la exploracion de la propia identidad. “Una de las formas mas efectivas de conocerse a sí mismo es verse como los demás lo ven”, dice Rutdlege. Según ella, este tipo de fotografías ofrece la posibilidad de mostrar diferentes facetas de la personalidad, lo que se ve reflejado en una percepción de “autenticidad y transparencia” por parte de quienes se rodea la persona.

2. Identifican pasiones e intereses que refuerzan la identidad social. Las autofotos practicando algún deporte o llevando a cabo algún hobby propician la creación de relaciones sociales, acordes con cada interés, además de encontrar y establecer afinidades con otros, que antes se creían inexistentes.

3. Son capaces de responder una pregunta. Publicar una selfie permite recibir retroalimentación de quienes la ven. Cuando, por ejemplo, se sube a las redes sociales una imagen usando un color especifico de pintalabios, probando accesorios nuevos, entre otros temas,  y además se acompaña con una pregunta en el pie de foto, como: “¿Te gusta?”, es posible recibir respuestas inmediatas y concisas por parte de los seguidores.

4. Sí, las selfies buscan aprobación. “Todos buscamos aprobación”, asegura Rutdlege. “Los seres humanos son animales sociales, dirigidos por una necesidad de conexión y aprobación social. Queremos ser valorados, apreciados e incluidos en grupos que nos importan”, agrega la experta. En ese orden de ideas, la búsqueda de aprobación es una conducta completamente natural.

5. Se ciñen más a la realidad que los retratos tradicionales. Estas imágenes permiten que los demás conozcan a quienes se retratan, en facetas más naturales, personales e incluso íntimas.

6. Muestran a personas reales. La perfección no es sinónimo de una selfie. Al contrario, representa una crítica a la idealización de la belleza y pone en primer lugar aspectos como la personalidad. Las selfies con expresiones graciosas, raras y hasta desagradables son evidencia de ello.

7. Cuentan una historia de vida. A través de imágenes con distintas expresiones, emociones y momentos, las selfies son capaces de crear una idea de la vida del otro, pues codifican cada experiencia compartida. Entonces, cuando se observa, por ejemplo, una fotografía de un evento que ocurrió tiempo atrás, el cerebro permite revivir cada una de las emociones de aquel suceso.

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