Andrea Riseborough reflexiona sobre la historia de Agnes en The Regime

En la cautivadora trama de la serie The Regime de MAX, la canciller Elena Vernham, interpretada magistralmente por Kate Winslet, emerge como un personaje singular cuyas perspectivas desconcertantes influyen profundamente en aquellos que la rodean. Entre ellos destaca Agnes, encarnada por Andrea Riseborough, su leal mano derecha que sostiene las riendas del palacio mientras observa con incredulidad los desvaríos de su jefa. A pesar de reconocer la absurdidad de la situación, Agnes se ve atrapada en un dilema, pues la protección que Elena brinda a su hijo, Oskar, la ata a una existencia que desearía abandonar.

A medida que la presión aumenta y las tentaciones de escape se presentan en esta serie, Agnes finalmente toma la decisión de huir hacia París con su hijo. Sin embargo, en un giro trágico e irónico, el caos se desata cuando los seguidores furiosos de Elena asaltan el palacio, sumiendo la situación en violencia desenfrenada. En medio del tumulto, Agnes encuentra su trágico fin, y se presume que Oskar comparte un destino similar, dejando un reguero de tragedia en su estela.

Mientras Riseborough se sumergía en el papel de Agnes y caminaba por los majestuosos pasillos del Palacio Schönbrunn en Viena, no pudo evitar que sus pensamientos se dirigieran hacia sus abuelas, así lo recordó durante su entrevista con este medio. Dijo que estas mujeres valientes, que la criaron con amor, llevaron una vida marcada por el trabajo duro: sirvientas en hogares ajenos, laboriosas obreras, e incluso una de ellas vendió entradas de cine durante los turbulentos años de la Segunda Guerra Mundial. Para Riseborough, estar en ese entorno histórico la conectó de manera profunda con sus raíces familiares. “Me sentí muy unida a mis dos abuelas durante el rodaje”, comparte. En esos momentos, recordó la ética laboriosa que caracterizó sus vidas, una cualidad que también descubrió en el personaje de Agnes. La experiencia en el set se convirtió así en un homenaje a las mujeres fuertes y trabajadoras que forjaron su camino, inspirando su actuación y profundizando su conexión con el pasado.

La talentosa actriz, conocida por su destacada interpretación como una mujer alcohólica en “To Leslie”, papel que le valió una merecida nominación al Óscar en 2023, ahora nos lleva a un nuevo y fascinante viaje a través de su personaje Agnes en “El Régimen”. En una entrevista con Fucsia, Riseborough comparte los entresijos de su nueva interpretación y cómo se sumergió en el complejo mundo de Agnes, la fiel mano derecha de la canciller Elena Vernham. A través de su cautivadora actuación, Riseborough nos invita a explorar los desafíos y dilemas de Agnes en medio de un entorno político turbulento, prometiendo una experiencia cinematográfica inolvidable para los espectadores.

¿Cómo describirías el impacto emocional de interpretar a Agnes, un personaje que representa al proletariado y la clase trabajadora, en una situación política histórica donde las decisiones están fuera de su control y se ve obligada a criar a un niño dentro de un régimen de terror, especialmente considerando la dinámica compleja con la figura de poder que muestra un afecto paternal hacia su propio hijo?

La serie ofrece una profunda reflexión sobre el poder y la falta de él. Mi personaje, Agnes, no está basado en ninguna figura histórica, sino que personifica a aquellos que están en la periferia del poder. Representa al proletariado y a la clase trabajadora, cuyas vidas están moldeadas por decisiones sobre las cuales no tienen control. Interpretar a Agnes fue un desafío desgarrador, pues se encuentra atrapada en una situación imposible: intentar criar a su hijo en medio de un régimen de terror. La ironía se hace evidente cuando la misma persona que controla el poder muestra afecto hacia su propio hijo, adoptándolos de cierta manera.

¿Cómo crees que la dinámica de camaradería entre el director Stephen Frears, el showrunner Will Tracy, Kate Winslet, la directora Jessica Hobbs, Matthias Schoenaerts y el resto del elenco y equipo detrás de escena haya contribuido al éxito y la cohesión en un proyecto tan serio como este?

Verdadero sentido de camaradería, así puedo describirlo. Todo se dio así entre el director Stephen Frears, el showrunner Will Tracy, Winslet, la directora Jessica Hobbs, el coprotagonista Matthias Schoenaerts y el elenco y el equipo detrás de escena. Quizás eso fuera necesario para mantener el equilibrio en medio de un trabajo tan serio. Si pudiera ir a trabajar todos los días con Kate, sería un sueño para el resto de mi vida, de verdad.

¿Por qué crees que la temática de la serie podría resonar tanto en diferentes épocas históricas, así como en el contexto contemporáneo y posiblemente en el futuro?

Realmente podría ubicarse en cualquier momento de la historia. Puede reflejar muchas situaciones en el pasado, situaciones actuales y estoy segura de que seguirá reflejando situaciones en el futuro, desafortunadamente.

¿Cómo desarrollaste la complejidad de tu personaje en la serie?

Estuve inmerso en él durante varios meses antes de que comenzara la preproducción. Sus antecedentes no estaban del todo claros, lo que en realidad sirvió a su propósito en la trama desde el principio. Sugiriendo a Will que tal vez ella realmente debería representar al proletariado, o ser la voz de los trabajadores cuyas vidas están siendo afectadas por estos tomadores de decisiones que no tienen relación alguna con las personas sobre las que deciden, intenté profundizar en su identidad. Si bien no diría que mi personaje estaba completamente cuerdo, su presencia junto a la cordura en el palacio resultó ser una herramienta valiosa. A través de ella, el espectador puede experimentar la ridiculez y exasperación sufrida, al mismo tiempo que siente el terror del régimen y las consecuencias de la dictadura.

¿Qué podemos esperar de la serie en términos de su impacto y mensaje?

No estoy segura de si vamos a ofrecer una lección con esto. No es ese nuestro objetivo principal al crear la serie. Sin embargo, a través de la narración de historias, intentamos comprender y procesar lo que está sucediendo en el mundo que nos rodea. Hay aspectos de la trama que pueden resultar familiares para muchos, y es precisamente esa familiaridad lo que la hace tanto desgarradora como absurdamente divertida.