En sus marcas, listas, ¡jueguen!

Los videojuegos están llevando la delantera en el mercado global de entretenimiento; solo en 2021 generaron más de 175 mil millones de dólares, según un reciente reporte de Newzoo. Esto no sería posible si los estereotipos que nos han dominado desde temprana edad continuaran presentes hoy en día. Antes asumíamos que los videojuegos eran una afición de hombres en el que apenas quedaba espacio para nosotras, lo cual no es cierto.

Durante el siglo XIX, personalidades como Grace Hopper y Ada Lovelace, se destacaron por la construcción de algoritmos y lenguajes de programación que contribuyeron a que la era digital fuera posible. Carol Shaw y Roberta Williams también sobresalieron por su creatividad e implementación de videojuegos, así como Rebecca Ann Heineman, quien fue la primera campeona del torneo nacional Space Invaders realizado en Estados Unidos en 1980.

Trasladándonos a la actualidad, de acuerdo con un estudio realizado por PGB LATAM en Colombia, México y Argentina, el 90.8 % de las mujeres encuestadas consideró que los videojuegos se encuentran entre una de las mejores formas de entretenimiento, mientras que el 68.6 % catalogó a los videojuegos como su única forma de entretenimiento.

En su gran mayoría, las mujeres suelen invertir al menos una hora diaria a los videojuegos. Sin embargo, hay un grupo creciente de mujeres gamers que destina hasta tres horas diarias a este tipo de entretenimiento. Lo anterior refleja aún más la relevancia que ha ido tomando la participación de las mujeres en el mercado del gaming y el streaming.

Claramente el pensamiento de que el mundo gamer es de pocos siempre ha sido un tema cultural, pero ¿qué tantas oportunidades tienen las mujeres hoy en día para ser parte de equipos profesionales? Me atrevo a decirles que muchas, veamos a qué me refiero.

Desde el sector tecnológico hemos avanzado en nuestro compromiso por la evolución y crecimiento de la industria gaming y como parte de ello, nos hemos dedicado a entender cómo la diversidad e inclusión de las mujeres en este mercado se ha convertido en un aspecto fundamental para fomentar un entorno competitivo y equitativo.

Una muestra de esto es el Intel Extreme Masters (IEM) que se destaca como uno de los eventos más prestigiosos y tradicionales del mundo fomentando el progreso de los juegos a nivel profesional para todos: hombres, mujeres y minorías, sin excepción.

Si nos enfocamos en Colombia, en 2021 se estrenó el primer equipo femenino de eSports ‘She Gaming’ como una oportunidad para que niñas y adolescentes que sueñan con convertirse en jugadoras profesionales lo puedan hacer. De hecho, el equipo nació de una iniciativa en redes sociales de la compañía Bavaria conocida como ‘Girl Power’, la cual creó una comunidad de videojuegos en torno a la marca.

Sin duda, aplaudo este tipo de iniciativas que por más pequeña que sea, generan un impacto a largo plazo. Nuestro deber se centra en continuar explorando alternativas para visibilizar el rol de las mujeres gamers en Colombia, en América Latina y en el mundo.

Algo muy alentador es que la presencia femenina en la industria del gaming es cada vez mayor, evidenciándose en sus altas participaciones dentro de torneos locales y globales. El papel de la mujer en este mercado ha continuado creciendo a pesar de las brechas de inclusión y los prejuicios que se han dado en torno a las mujeres gamers y creadoras de contenido.

La realidad es que generar un mercado inclusivo en esta industria ha ayudado a que se dinamice y potencie este segmento que es tan prometedor. Por esto, es necesario continuar uniendo esfuerzos y motivando a que más niñas y jóvenes sean parte del mundo gaming para no solo hacerles barra y aplaudirlas, también para mostrarles que pueden convertirse en jugadoras profesionales, desarrolladoras, estrategas, incluso programadoras de videojuegos y ser un ejemplo a seguir para más niñas y jóvenes.

* Las opiniones dadas por Ana Peña no representan la opinión de la revista Fucsia.