Personajes

Roy Pérez, un arquitecto de la tradición

fucsia.co, 18/1/2023

Este pereirano, hijo adoptivo de Barranquilla, es recordado por los curramberos por haber declarado La Troja como patrimonio cultural. Es un salsero de tiempo completo y sueña con que las obras del Carnaval perduren .

Roy Pérez es uno de los artistas plásticos más reconocidos en Barranquilla. Ha dedicado su vida a la cultura y preservar la tradición carnavalera.
Roy Pérez es uno de los artistas plásticos más reconocidos en Barranquilla. Ha dedicado su vida a la cultura y preservar la tradición carnavalera. - Foto: Roy Pérez

Si hay alguien que ha conocido el carnaval desde casi todos sus ángulos ese es Roy Pérez, un artista plástico que este 2023 cumple 18 años elaborando carrozas para la expresión cultural más importante del Caribe colombiano. Por si fuera poco, lleva 27 años conectado con esta fiesta. Cuando decimos que lo ha hecho desde diferentes ópticas es porque cuando fue secretario de Cultura de Barranquilla hizo parte de la junta directiva del carnaval.

Como arquitecto, tiene un ojo clínico y ‘currambero’ con el que ha sabido cómo expresar la alegría a través de estas estructuras que desfilan cada sábado de carnaval por la imponente Vía 40, donde se celebra la Batalla de Flores y que en esta ocasión festeja 120 años de haber sido creada. “Hacer las carrozas me permite, como escultor, poderme realizar haciendo obras fantásticas. Para mí, es una felicidad participar en esta fiesta colectiva (…) el formato grande es un reto aunque esto es arte pasajero, porque son figuras que elaboramos con icopor y papel mache y mueren después del desfile”, dice.

Reconoce que, aunque las carrozas tienen un corto periodo de vida, para él es gratificante realizarlas. Como todo en la vida, Roy ha tenido que adaptarse a los cambios y aunque ya cumplió su mayoría de edad diseñando y elaborando carrozas, son muchas las transformaciones que han tenido estas estructuras a lo largo de ese tiempo.

Nosotros comenzamos con varillas, cartón y después los pastusos nos ayudaron con su trabajo laborioso con el corte y pulido del icopor, pero ya estamos avocados a reemplazar este material por un tema de conciencia ambiental”, asegura este pereirano, que cada vez que escucha un tambor o un ritmo carnavalero no puede contener sus movimientos.

Cada obra es mejor

Dice que cada carroza que hace tiene su toque particular, es como si fuese un hijo para cada carrocero, por eso otro de los materiales infaltables para construir estos vehículos es el amor. Recuerda especialmente cuando diseñó una carroza en homenaje al fallecido Joe Arroyo, también lo motivó su amor por la salsa. No era una tarea fácil, teniendo en cuenta que el llamado ‘centurión de la noche’ era y es uno de los personajes Caribe más queridos.

“Yo fui muy salsomano, ese amor que tenía por la salsa me inspiró. Siendo secretario de Cultura declaré La Troja como patrimonio cultural”, recuerda. Otro de los detalles que destaca de las carrozas es su capacidad para expresar las costumbres del ser Caribe. “Ellas reflejan color y alegría (…) muestran la identidad del barranquillero que es espontáneo”.

En la actualidad reconoce que es un hombre mucho más tranquilo, pero en sus años de juventud no se perdía una celebración. De hecho, en Pueblo Santo conserva una ‘chiva’ como si fuera un trofeo y también guarda una réplica tamaño real del monumento nacional a La Cumbia ubicado en el boulevard de la carrera 41 en Barranquilla.

Revista Semana

Su visión del carnaval

Destaca como un elemento hermoso la “multiculturalidad” que hay en el carnaval. Y es que esta expresión propia del pueblo hace que converjan personas de diferentes profesiones, etnias, gustos musicales, entre otros. También destaca todas esas costumbres que aterrizan en el carnaval.

“Todos los años, durante todo el año, las familias populares se dedican a hacer sus disfraces o sus vestidos para desfilar en esos días (…) van con sus hijos y nietos desfilando por la ciudad”, admite.

Hace 25 años soñó con hacer un cumbiódromo porque siente que las calles de la Vía 40 ya no dan abasto. Dice que este diseño puede desembocar en el Malecón donde se encuentra el parque del batallón Paraíso, en una especie alegoría de lo que es Bocas de Ceniza donde el mar se encuentra con el río. Con este proyecto quiere se sea la alegría del barranquillero la que desemboque en el malecón y se transmita al resto del mundo. “Es un proyecto fantástico y no pierdo la esperanza de un día poder hacerlo”.