Estas son las nuevas caras del lujo de Colombia para el mundo

Revista Fucsia, 15/5/2017

Dos marcas nacionales —una de carteras y otra de joyas— están pisando fuerte en uno de los mercados de moda más exigentes del mundo. ¿Cómo lo han logrado?

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Dos marcas nacionales —una de carteras y otra de joyas— están pisando fuerte en uno de los mercados de moda más exigentes del mundo. ¿Quiénes son y cómo lo han logrado?

Baletti

Todo empezó después de que la administradora de negocios Laura Vásquez conoció la primera marca de carteras de cuero de la diseñadora industrial Paloma Ruiz. Laura vio en esta la oportunidad de crear una alianza en la que cada una pudiera contribuir con su talento a darle vida a una nueva etiqueta más competitiva y a tono con las tendencias mundiales de consumo que, según ellas, son cada vez más exigentes en innovación, diseño y calidad.

“Después de algunas tertulias nos dimos cuenta de que las dos teníamos interés en renovar el concepto de uso de accesorios hacia un producto personalizable, una cartera que fuera más allá de las expectativas de las consumidoras para así salirse del marco tradicional, pero siguiendo unas claras líneas estéticas que fusionaran el estilo de las dos.

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Luego de un año y medio de investigación de mercado y desarrollo de producto surgió Malabar, la cartera insignia de Baletti, una pieza con tapa y base intercambiable. “Con ella nace todo un concepto de marca en torno al arte, respondiendo a la necesidad de apropiación personal del producto por parte del consumidor”, afirman.

La marca, como aseguran sus creadoras, tiene el poder de generar un vínculo emocional más estrecho con la clienta, permitiéndole un proceso emocional de compra y uso diario. “Nos dimos cuenta de que la personalización debe ir más allá de lo convencional. El primer modelo fue un éxito y consiguieron tener una lista de espera para comprar la colección debut. “Malabar se pensó como una estructura minimalista, funcional, que fuera moderna y a la vez tradicional, para lograr un producto atemporal capaz de absorber, al igual que un lienzo, cualquier diseño. Tiene pequeños detalles que la hacen muy especial y que se descubren una vez se compra”. La propuesta salió al aire con cinco estilos de tapas intercambiables y en diferentes colores, lo que marcó inmediatamente la diferencia.

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Otra de las cosas que hacen única a la marca es que define sus propias reglas. “No tenemos un cronograma establecido de lanzamiento de nuevas colecciones. Presentamos ideas novedosas cada vez que se van dando orgánicamente. Igual, la idea es estar sacando tapas cada dos meses. En breve lanzaremos colaboraciones con diferentes artistas”.

La firma produce ediciones limitadas por color y diseño; siempre son únicas porque cada clienta las personaliza, por ende, la exclusividad la convierte en una marca de lujo. Además, es selectiva con los materiales (utiliza solo cueros italianos para lograr una textura suave al tacto, así como gamuza para el interior) y la forma de manufactura, pues siempre está a la búsqueda de técnicas vanguardistas. “Cada pieza se hace de forma manual, con el cuidado especial de cada uno de los expertos artesanos detrás de la marca”.

Para finalizar, no utilizan herrajes, lo que le da un look más limpio al diseño y evita su desgaste. “Con Baletti hemos demostrado que en Colombia hay algo más allá de las artesanías y que se tiene la capacidad para crear objetos atemporales que pueden competir en diferentes mercados, gracias a la excelente calidad y dedicación generada por los artesanos. Es una llamada de atención a otras marcas para producir en Colombia y demostrar el gran potencial que tiene el país como industria de moda. El made in Colombia es un orgullo para nosotras”.

¿Dónde venden?

En Galena, Bogotá; ST. DOM, Cartagena; en su página web www.balettishop.com, Latinoamérica; y en www.bymalka.com, Estados Unidos.

PaolaQ

Descubrió su pasión por el arte desde que era muy pequeña. Creció rodeada por la influencia de su padre, una persona a la que Paola describe como muy creativa: le encantaba dibujar. También de sus bisabuelos paternos, el arquitecto Pietro Cantini y el escultor Cesare Sighinolfi, artistas florentinos afincados en Colombia que fueron una fuente inagotable de inspiración y admiración para ella.

“Desde muy pequeña tuve clara la necesidad de desarrollar mi sensibilidad artística mediante la experimentación de varias disciplinas. Recuerdo que lo que más me gustaba era pasar horas dibujando o realizando cualquier actividad relacionada con el arte. Mis padres me decían que era muy ‘manitas’ y fue así como poco a poco fui adentrándome en el manejo de diferentes técnicas y oficios, hasta que descubrí la joyería a los 17 años”, cuenta.

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Estudió administración de empresas en el CESA, pero su hobby siempre fue hacer joyas. Para formalizarlo, viajó a Barcelona donde cursó la carrera de joyería y gemología en la Escuela de Artes y Oficios. Luego trabajó en algunas firmas locales hasta que finalmente decidió crear la propia. “La gente me buscaba porque quería piezas únicas, con un diseño diferente. Por eso, hace 8 años, después de ver que tenía más y más demanda, decidí lanzar mi marca PAOLAQ, metiéndome de lleno en el mercado europeo”.

Empezar no fue fácil, dice que le costó mucho abrir puertas. Su as bajo la manga fue tener constancia y perseverancia, además de la adrenalina. “Este vértigo es muy emocionante, este sentimiento constante que impulsa mi creatividad para materializar mis colecciones. Ver cómo mujeres, tanto españolas como de otros países de Europa, muy influyentes en la moda se entusiasmaban viendo mis joyas, me dio la fuerza necesaria para continuar con mi proyecto”.

Estos accesorios son perfectos para combinar con las piezas imperdibles de esta temporada. No dejes de conocerlas.

Su primera colección formal Lío la lanzó hace cuatro años: 40 piezas (entre pulseras, colgantes, pendientes y anillos) en plata y bronce bañadas en oro y piedras semipreciosas. Todas son de gran formato, exuberantes y, como ella describe, sofisticadas, versátiles y frescas. “Busco enfatizar mediante brazaletes XXL, grandes collares, anillos escultóricos y pendientes muy femeninos, una mujer independiente que le gusta viajar y quiere dar ese toque diferencial a su outfit con un gran accesorio”.

El proceso de creación de sus joyas es muy artesanal y todos los detalles están cuidados al milímetro; los procesos de manufacturación son de alto estándar, al igual que las materias primas. “Realizo los diseños; luego, empieza la fase de producción y talla de piedras, todo ello en Barcelona. En nuestro taller utilizamos técnicas tradicionales y adaptamos también otras muy modernas. Estoy involucrada tanto en el proceso creativo como en la elaboración, soy muy perfeccionista y cuido el control de calidad hasta el resultado final”.

Esto y el hecho de que dé la opción a sus clientas de personalizar sus creaciones con colores de piedras y texturas, hace que sus joyas sean consideradas un producto de lujo. “Para mí el lujo no es una cuestión de valor económico o de marca, sino algo que se mide en términos de exclusividad; algo único, con personalidad y qué mejor que hecho a mano”.

¿Dónde venden?

En tiendas en Europa, Suiza, Francia y España. En Colombia, en Galena, en Bogotá. También a través de su página web www.paolaq.com. Tiene planes de expansión a Estados Unidos y Oriente Medio.

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