Relaciones
La dependencia emocional: una realidad silenciosa que afecta a miles de per
La psicóloga y especialista Laura María Ramírez lidera el camino hacia relaciones más sanas.

La dependencia emocional es un problema cada vez más visible en las consultas psicológicas. Se manifiesta como el miedo profundo al abandono, la necesidad constante de aprobación y la dificultad para tomar decisiones sin la validación del otro. Esta dinámica no solo limita la independencia personal, sino que puede perpetuar relaciones abusivas y profundamente dolorosas.
La psicóloga Laura María Ramírez, especialista en relaciones afectivas, cuenta con amplia experiencia clínica y formación avanzada en Terapias de Tercera Generación, especialmente en la Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT). Ella ha transformado la vida de cientos de personas que han logrado cambiar patrones destructivos y dependientes para así construir vínculos más saludables.

“La dependencia emocional lleva a muchas personas a tolerar maltrato físico, psicológico o económico por miedo a estar solas. Mi objetivo es acompañarlas a redescubrir su valor, a poner límites sanos y a elegir relaciones que sumen, no que resten”, explica.
Desde su experiencia clínica y personal, la psicóloga ha observado cómo las personas con dependencia emocional suelen priorizar las necesidades del otro, sentir culpa al decir ‘no’, y vivir atrapadas en relaciones que generan ansiedad, tristeza o humillación.
A través de su acompañamiento, los pacientes aprenden a validar sus emociones, identificar sus valores personales y actuar en coherencia con ellos. También se exponen de forma gradual a situaciones que temen, lo cual contribuye a fortalecer su seguridad y confianza personal.
Entre las señales más comunes de la dependencia emocional se encuentran: la ansiedad o miedo ante la separación, la dificultad para establecer límites, la constante necesidad de contacto, la complacencia, necesidad constante de aprobación y una baja autoestima que refuerza el miedo a estar solo.

Ella resalta la importancia de visibilizar esta problemática. Muchas personas viven atrapadas en relaciones tóxicas sin saber que lo que experimentan tiene nombre y solución. Trabajar en la independencia emocional mejora la calidad de vida, fortalece la autoestima y permite construir relaciones basadas en el respeto y la reciprocidad.