Gastronomía

Un rito gastronómico: la experiencia Oni

Fusiona la riqueza de los ingredientes colombianos con la precisión de la cocina japonesa, creando un ritual culinario donde cada plato es una experiencia que nutre tanto el cuerpo como el alma.

ONI
ONI - Foto: Cortesía

Cuando uno cruza las puertas de Oni, se encuentra en un espacio donde el tiempo parece detenerse, donde la tradición y la modernidad se entrelazan en un delicado baile que tiene como protagonista la cocina Nikkei. Esta fusión de técnicas japonesas con ingredientes locales, específicamente de la región de Antioquia y del Amazonas, ofrece una experiencia culinaria que es más que la suma de sus partes: es un ritual.

No es solo un restaurante, es un templo de sabores donde cada plato es una celebración. Al entrar, se deja de lado el menú tradicional y se entrega el control al chef o asesor gastronómico, quien envía a la mesa una selección cuidadosa de platos para compartir. Este formato, casi ceremonial, permite a los comensales sumergirse en un viaje de sabores, donde cada bocado cuenta una historia, donde cada combinación de ingredientes revela un secreto.

La carta está dividida en dos partes fundamentales: la barra de sushi, dedicada a los platos fríos, y la robata, la parrilla japonesa que da vida a las preparaciones calientes. En la primera, destacan los nigiris, makis, tiraditos, gunkans y handrolls, todos ellos elaborados con pescados frescos y otros ingredientes crudos. Cada pieza es una obra de arte en sí misma, donde la precisión y la delicadeza se traducen en sabores que explotan en el paladar.

Por otro lado, la robata ofrece una experiencia más cálida y robusta. Aquí, el filete de pesca, la parrillada con diversas especies marinas, el pulpo y la langosta bañados en una mantequilla batayaki cítrica, son protagonistas. Estos platos no solo sacian el hambre, sino que nutren el alma, ofreciendo una conexión directa con las raíces de la cocina japonesa, reinterpretada con la riqueza de los ingredientes colombianos.

Uno de los platos más recomendados por el chef es el sweet salmon maki, un bocado que encierra una explosión de sabores difícil de describir con palabras. Pero quizás la joya de la corona es el asado de tira, una pieza de carne que se cocina durante más de 40 horas a baja temperatura. Esta cocción lenta, junto con la salsa yaquinico a base de soya y otros ingredientes secretos, da como resultado un plato que es pura perfección. Cada bocado es una mezcla de texturas y sabores que se quedan en la memoria.

Pero Oni no es solo una cuestión de comida. Es un lugar donde se honra la magia de los rituales, donde la tradición culinaria y social se celebra en cada mesa. Aquí, la diversidad de conocimientos y la unión de técnicas mixtas crean un ambiente que es tanto acogedor como intrigante. Es un espacio donde los estigmas desaparecen, donde todos son bienvenidos y donde se celebra el arte de comer, beber y compartir.

Cada plato tiene su propia identidad, cada sabor se expresa en su máxima potencia, y cada visita se convierte en un rito que eleva las energías. No es solo un lugar para saciar el apetito; es un refugio para el alma, un lugar donde se reinterpretan las tradiciones y se disfruta del “buen hacer”. Aquí, la comida no es solo un alimento, es un ritual que invita a la reflexión y a la celebración de la vida misma.