El poder de tener rutinas diarias:  pequeños hábitos, grandes transformaciones

Por: @mishmashladies

Esa idea de ser más saludable parece sencilla, pero cuando se pone en práctica es agotadora y difícil de alcanzar. Te entendemos, pero te tenemos una buena noticia, durante todos estos años como coaches en cambio de hábitos podemos decir con certeza que no necesitas hacer cambios drásticos para conseguir los hábitos que quieres adoptar, simplemente debes empezar con rutinas pequeñas y constantes, pues es ahí donde está el verdadero valor del cambio.

¿Por qué implementar rutinas es tan importante?

Tener pequeñas rutinas diarias y ser constante en realizarlas, es una base que te ayudará a lograr cambios duraderos sin tener que pensarlo demasiado. Las rutinas te proporcionan orden, además de reducir el estrés y ahorrarte energía. Cuando te levantas cada día y sabes lo que vas a hacer, no hay peleas con tu mente y es más fácil tomar decisiones asertivas.

Ahora bien, si esas pequeñas rutinas están conformadas por hábitos saludables, créenos que tu salud física y mental tendrán un giro positivo de 180 grados.

Los pequeños hábitos que suman bienestar a tu vida.

Con tanta información en redes sociales, las personas tienden a creer que se necesita tener una vida con mucho tiempo libre o estar inscrito en los mejores lugares de bienestar para poder tener una vida saludable, pero nada de eso es cierto y por eso hoy queremos hablarte de algunos mini hábitos muy simples, pero que marcan la diferencia para tener mejor salud.

1. Toma un vaso de agua al despertar e hidratarte durante el día con agua. Levantarse y tomar un vaso de agua, es como darle un “start” a tu cuerpo después de horas sin hidratarte. Además, el agua regula la temperatura, mejora la digestión, mantiene la piel saludable y permite que órganos vitales y hormonas funcionen correctamente.

2. Respira profundo unos minutos al día. Sí, solo respira. Poner una pausa, cerrar los ojos y conectar contigo es supremamente importante para calmar la mente. También sirve para aumentar el oxígeno en tu organismo, reducir el estrés, mejorar la concentración y activar el sistema nervioso parasimpático que es el encargado de relajarte.

3. Muévete un poco todos los días. Estirarte, caminar, bailar una canción que te guste, subir escaleras. Todo suma a la hora de darle movimiento a tu cuerpo. Moverte te ayuda a mantener el cuerpo y la mente activos, mejora la circulación, reduce la rigidez muscular y activa el metabolismo, además te ayuda a liberar endorfinas, lo que mejora tu estado de ánimo.

4. Planea tus comidas con tiempo. Planear lo que vas a comer durante la semana, te ayudará a evitar antojos y, además, a no comer lo que se te pase por delante. Planificar te ayuda a escoger con anticipación alimentos más sanos, ahorrar dinero y elegir con más consciencia tus alimentos.

¿Cómo empezar a incluir hábitos saludables sin morir en el intento?

1. Paso a paso y sin prisa. Escoge un solo hábito y enfócate en hacerlo parte de tu día. No hace falta cambiar todo de golpe. Repítelo y, cuando veas que ya lo tienes interiorizado, incluye otro hábito.

2. Pégalo a algo que ya haces. Por ejemplo, si tienes que apagar el despertador en las mañanas todos los días, pon justo al lado de éste el vaso de agua que quieres empezar a tomar. A esto lo llamamos rutina de anclaje porque es una actividad que haces sin falta y en piloto automático, por lo que te hará recordar el hábito que estás intentando implementar.

3. Elige hábitos que sean fáciles. Empieza por rutinas muy sencillas y que estés seguro de que vas a cumplir, pues la motivación mayor para seguir con los hábitos más complicados es que esos pequeños, los pudiste implementar fácilmente. Por el contrario, si empiezas por algo difícil y no lo cumples, probablemente perderás la motivación de crear hábitos saludables más adelante.

4. Reconócete en cada paso. Cada vez que repites ese nuevo hábito, estás ganando. Date crédito, apláudete y reconoce que nada te queda grande.

Recuerda que tener unos hábitos saludables te ayuda a sentirte mejor y con más energía. Así que no hace falta cambiar tu vida, con un par de hábitos nuevos, ya tu mente y tu cuerpo tendrán cambios positivos. Recuerda que el cuerpo agradece más las pequeñas rutinas saludables que haces por él diariamente y a largo plazo que los grandes cambios que solo haces por un tiempo determinado.