¿Qué hacer cuando tu pareja no entiende que se acabó?

Catalina Gallo, 4/12/2017

Muchas veces lograr que la pareja entienda que no se quiere continuar con la relación puede ser mucho más complejo que decir simplemente “no más”.

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Contratar detectives para saber cada movimiento de la pareja, reclamar por cada like post en las redes sociales, aparecer de improviso y con frecuencia en el trabajo de la otra persona para saber qué está haciendo, revisarle el celular, preguntar por cada llamada, incluso hackear el teléfono, son comportamientos de ciertos hombres que no solo se ven en las películas, también en la vida real y cuando se presentan durante un noviazgo, una conquista o una convivencia, vaticinan que ponerle punto final a la relación puede ser muy tormentoso.

Así le sucedió a Milena*. Cuando logró decirle a su novio que no más, creyó que por fin todo había terminado. Estaba equivocada. El hombre que había conocido a los 15 años, cuando él tenía 23, que había sido detallista, amoroso y perfecto durante el primer año de la relación, no se quedó quieto con una decisión radical de ella. Ya durante los años de noviazgo había logrado hacerse amigo de sus amigas y familiares, así como de su madre, y ahora lograba que todos le contaran lo que hacía, dónde vivía y con quién conversaba. 

Durante el noviazgo le revisaba el celular, conocía cada movimiento suyo en la universidad y la esperaba de sorpresa en la casa para asegurarse de que llegara y preguntarle dónde había estado. Hasta que ella entendió que todo esto no era normal, y para poder huir de él y darle punto final a la relación, cerró sus redes sociales, cambió de celular y consiguió un nuevo trabajo. 

Pero después de terminar, él no desistió. Consiguió en cuatro ocasiones distintas su nuevo número de celular y cuando lograba contactarla le decía que el hombre con quien estaba saliendo era un borracho o la buscaba por sexo, que solo él la iba a querer como lo merecía. La buscó tantas veces en su oficina que debió avisarles a los porteros para que no lo dejaran entrar. 

Finalmente, cuando formalizó la relación con quien hoy es su esposo y quedó embarazada, él desapareció. Pero solo por un año. Después de que Milena dio a luz, él regresó a la casa de su exsuegra para decirle que estaba dispuesto a cambiar, a ir a terapia, que él aceptaría a la niña de ella como si fuera suya. Hoy, todavía siente miedo: él tiene una caución, ella vigila con frecuencia que siga vigente, y si debe ir a lugares cercanos a los que él frecuenta, no lleva a su hija. 

Marcela Valle Cuéllar, psicóloga logoterapeuta y directora del Centro de Atención Familiar Sanar Psicoterapia, explica que comportamientos como estos, en los que el hombre no acepta un no como respuesta, en que es controlador y celoso, no son producto del amor. “Estas son relaciones tóxicas, insanas. El sentimiento debe ser recíproco, respetuoso”. Y Carlota Rodríguez Torres, médica psiquiatra y psicoterapeuta de pareja y de familia, es categórica al decir que cualquier intensidad con la que un hombre insista en una relación a pesar de recibir un no como respuesta, no es amor, porque este incluye que una persona pueda aceptar una negativa y porque el amor propio es el más importante. Además, enfatiza, una relación sana genera tranquilidad, no miedo ni angustia. 

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Un problema de fondo

La insistencia en una relación que la otra persona ya dio por terminada es, muchas veces, una reacción compleja, afirma la psicóloga familiar María Elena López, y explica que puede ir más allá del simple despecho y obedecer a un temor al abandono, a aceptar que perdió, porque es dominante o tiene baja autoestima.

Las psicólogas consultadas comentan que aquellos hombres que no aceptan un no como respuesta por lo general han sido muy celosos, controladores y manipuladores durante la relación. Muchas veces son dependientes emocionalmente, con vacíos que esperan llenar con la pareja, tienen miedo a estar solos o a no ser capaces de encontrar a alguien más. Incluso amenazan con suicidarse si todo acaba. 

Así le sucedió a Juanita*. Al principio se había sentido de maravilla porque la llevaba y la recogía a donde fuera, la acompañaba a comprar ropa, al médico y a visitar a sus amigos y familiares. Si no podía ir por ella, la esperaba en su casa. Hasta que terminó sintiéndose asfixiada. Incluso su madre le prohibió al novio entrar al espacio de su hija para que lograra tener, aunque fuera, este lugar de privacidad. Pero Juanita no podía terminar la relación: cada vez que lo intentaba, él decía que estaba solo, que únicamente la tenía a ella, que la necesitaba y que se podría suicidar. Ella se sentía culpable. Inclusive asistió a terapia para pedir ayuda.

Las consultas con profesionales para poder terminar con relaciones de este tipo, como en el caso de Juanita, son frecuentes y las mujeres logran salir adelante cuando entienden que estas no son verdadero amor y logran valorarse a sí mismas.

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La solución

La recomendación de las psicólogas consultadas es que para terminar bien una relación y definitivamente, una mujer debe ser clara, coherente y firme. Muchas veces los hombres siguen insistiendo porque ella no es contundente, porque no usa las palabras exactas, porque le da esperanzas, porque dice que ha terminado, pero después lo busca con algún pretexto. Si la decisión es, de verdad, no querer tener algo con un hombre, al actuar debe ser coherente con lo que dice, piensa y siente. Como afirma Carlota Rodríguez: “Lo que hace más daño es mantener las aguas tibias. Si ya tomó la decisión, debe cortar de raíz, no volver a tener contacto con la persona ni permitir que haya avances”.

Es bueno analizar con qué persona se está tratando. Si es alguien que muestra rasgos obsesivos o amenazantes, a veces es necesario recurrir incluso a la policía y poner una caución, como en el caso de Milena. Cuando la situación no es tan extrema, pero el hombre sigue insistiendo, puede ser necesario no contestarle las llamadas, bloquearlo en las redes sociales, pedir en la portería del edificio —y en el trabajo— que no lo dejen entrar. No tener contacto con amigos en común ni con la familia, porque a veces “las mujeres somos condescendientes y por no ser groseras permitimos algún tipo de acercamiento que puede ser interpretado como interés y eso da pie para el acoso”, afirma Rodríguez. 

* Nombre ficticio.

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Ir al grano

Estas son algunas de las recomendaciones de la psicóloga de familia María Elena López para lograr que un hombre entienda que la mujer quiere terminar una relación: 

-Hablar de manera contundente, preferiblemente cara a cara. Los medios digitales no son la mejor opción. 

-No enviar mensajes equivocados o ambivalentes para evitar problemas o por pesar con la otra persona.

-Mantener la calma y no engancharse en discusiones para tratar de convencer a la expareja de que es definitivo.

-Ser clara y precisa. No quedarse instalada en el argumento de que fue la responsabilidad de otra persona el que ella haya tomado la decisión. Esto puede generar una dinámica circular de promesas y compromisos de responder a las expectativas de la expareja.

-No suavizar la decisión por temor a herir los sentimientos de la otra persona. Tampoco caer en el otro extremo de plantearlo con dureza y falta de sensibilidad por el otro.

-Pedir ayuda profesional.

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