Base, corrector y polvos para un maquillaje perfecto

Lucir un rostro impecable, tal y como si fuera un lienzo listo para ser maquillado, es la idea del uso en conjunto de estos tres productos, que pueden marcar la diferencia para tener un maquillaje de corte profesional.

El primer paso, antes de maquillarse, es mantener la piel limpia e hidratada, aconseja la experta en moda y maquillaje Kika Rocha. "Si la piel no se hidrata bien, va a segregar grasa para autohidratarse".  Carolina Álvarez, maquilladora oficial de Mac, recomienda usar base y luego, polvos traslúcidos. "La base se funde con la piel, el polvo se cuartea y se vuelve pesado entre más producto te pongas. Hay que buscar una buena base y se pasa una brocha gruesa para sellar, con los polvos traslúdicos. Se pone desde la frente, como haciéndo un cerco alrededor del cuero cabelludo, para disminuir el paso de la grasa del pelo hacia la piel.

*TIP: las brochas para el maquillaje deben lavarse por lo menos una vez a la semana, con productos especializados. O, sugiere Kika, poner un poquito de shampoo de bebés en agua tibia, sumergir la brocha y secar con papel de cocina o una toalla.

La base: sirve para emparejar el tono de la piel. La cantidad de producto depende de qué tan parejo sea el rostro; es decir, si tiene mayor cantidad de manchas o cicatrices. Asimismo, es importante determinar la tonalidad (clara, media u oscura) para elegir correctamente el color.
Optar por una base de una tonalidad equilibrada entre el rosa y el amarillo, aconseja el Libro de Belleza AVON.

¿Qué presentación es la ideal? La base viene en presentación líquida, cremosa o en polvo. La elección también varía de acuero con el tipo de piel.  Para las que tienen tendencia a ser grasas, es recomendable usar una líquida, así como en las pieles secas evitar las bases en polvo.

¿Cómo aplicarla? Según Mayra y Desirée Bermúdez, expertas en maquillaje de MD MakeupStudio, “la clave es usar la brocha adecuada, llamada "lengua de gato" y  empezar con cinco puntos de base en la frente, la nariz, la barbilla y las mejillas; el segundo paso es difuminar esos puntos con la brocha, en direcciones de adentro hacia afuera y de abajo para arriba”.

*TIP: los expertos en maquillaje de AVON recomiendan usarla también en el cuello,  para que la piel luzca uniforme.

El corrector: es ideal para reducir manchas ocasionadas por el sol, ojeras e imperfecciones en general. Es posible aplicarlo mediante suaves toques con los dedos en la zona que se requiera cubrir y posteriormente distribuirlo con una esponja. Si es en el contorno de ojos, procura difuminarlo con el dedo anular, que tiene menos fuerza, pues hay que cuidar esta delicada zona.

Polvo:  su función es fijar la base y el corrector y preparar la piel para el maquillaje de ojos, labios y mejillas. Cuenta con dos presentaciones: polvo suelto y compacto.

Polvo suelto: es necesario asegurarse de retirar los excesos del producto antes de pasarlo por la piel. Una brocha es la mejor opción para hacerlo, pero ¡ojo! sacude la brocha, no la soples, pues puedes pasar las bacterias de tu saliva a tu rostro.

Polvo compacto: es mucho más fácil de aplicar, ya que ayuda a que no se formen grumos ni excesos en el rostro. Lo ideal es aplicarlo en la frente, barbilla y nariz y desde esos puntos distribuirlo sobre la piel.

“El tip más importante al momento de la elección de la base, es probarla en el rostro, no en la mano ni en el cuello, y que el lugar donde la vamos a probar tenga luz natural o un combinación de luz amarilla y blanca. Si predomina la luz blanca, la elección del color será errada, puesto que no vemos el color real de la base y el efecto que produce”, nos cuentan las expertas en maquillaje de MD Makeup Studio.

*TIP: La piel producirá grasa natural. Para no estar retocando con polvos o base durante el día y terminar con una capa gruesa y pesada de maquillaje, Kika Rocha aconseja llevar papel de arroz en el bolso y limpiar la piel, para mantener el maquillaje libre de grumos.