¿Por qué la comida saludable nos está engordando?
Te contamos por qué una dieta sana, aunque no lo parezca, puede hacerte subir de peso.

Toda la vida hemos escuchado que las comidas bajas en calorías pueden ayudarnos a bajar de peso, pero un estudio de la Universidad de Texas (en Austin) concluyó lo contrario. La razón es que creemos que la comida saludable no llena y, por eso, tendemos a comer más.
Los científicos investigadores de este estudio, publicado en el journal de la Association for Consumer Research, aseguran que las personas tienden a comer porciones más grandes cuando un alimento está marcado como ‘saludable’.
“La proliferación de etiquetas de comida saludable irónicamente puede estar contribuyendo a la epidemia de obesidad en lugar de reducirla”, declaró a Express Jacob Suher, uno de los autores del estudio.
Esta investigación se dividió en tres partes. En la primera, se les pidió a 50 estudiantes universitarios que respondieran si les parecía que la comida saludable los llenaba tanto como la no saludable. La respuesta fue un NO rotundo.
En la segunda parte, les dieron galletas a 40 participantes. A algunos les explicaron que eran gallertas saludables y a otros no. Quienes pensaron que estaban comiendo sano comieron más.
Finalmente, se les pidió a 72 estudiantes que ordenaran comida antes de ver una película. Quienes creían que se trataba de alimentos sanos comieron mucho más que los que no.
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Los hallazgos de esta investigación coinciden con otro estudio de la Universidad de Pensilvania citado por Alex Hutchinson en el New York Times, en la que se equiparon varios carritos de supermercado con etiquetas de radiofrecuencia para rastrear sus movimientos. ¿La conclusión? Entre más sanos son los productos dentro del carrito, más alta será la tentación de comprar comidas altas en calorías.
Estos actos de compensación son llamados ‘efecto permisivo’ por los sicólogos y están presentes en nosotros sin que nos demos cuenta. Pedir una hamburguesa con queso y tocineta con una ensalada o gaseosa light es un buen ejemplo.
Otro estudio, también publicado en el journal de la Association for Consumer Research, concluyó que solo la presencia de una opción más saludable en el menú hará que escojamos la menos sana.
En una investigación publicada en ScienceDirect, se les pidió a varias personas que calcularan las calorías de una hamburguesa. El promedio fue de 734. Sin embargo, cuando junto a la hamburguesa se ubicaron varios tallos de apio, el promedio de calorías calculadas bajó a 619.
¿Qué podemos hacer al respecto? Lo importante es mantener un consumo equilibrado de todos los grupos alimenticios, comer hasta que estemos satisfechos y vigilar el tamaño de nuestras porciones, sin importar lo saludable que luzca el plato.