Belleza

Pies de princesa

RevistaFucsia.com, 1/8/2012

Una artillería de cuidados para llegar impecable al verano, pero sobre todo para mantener la salud y belleza de tus pies.

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Para caminar, para correr, para hacer gimnasia, para bailar... los pies nos llevan de un lado para el otro y hasta son los receptores de nuestro estado de ánimo. Sin embargo, no siempre los cuidamos como se merecen. Se ven expuestos a numerosas exigencias como el modo de pararnos, el calzado y las actividades diarias. Su piel puede resecarse, descamarse e, incluso, engrosarse y endurecerse.

Estas complicaciones se vuelven dolorosas en algunos casos y pueden dificultar el andar. También las uñas pueden verse afectadas, encarnándose o volviéndose quebradizas. Por eso, requieren una rutina de cuidados para mejorar su aspecto y estar saludables.

Paso a paso

Higiene. Es importante secarlos muy bien sin dejar una gota de agua; prestar atención a la zona entre los dedos, ya que la humedad provoca la aparición de hongos.

Masajes. Después de un día de trabajo es el mejor mimo. ¿El secreto? Presionar el empeine, los costados, los dedos y las zonas de la planta que se sientan adoloridas para estimular la circulación.

Calzado. Los especialistas recomiendan evitar los zapatos muy grandes o muy pequeños, ya que generan fricción y presión. Los que son muy puntiagudos, como los stilettos, pueden provocar durezas. Y los tacones muy altos impiden que el peso del cuerpo se reparta en forma equilibrada. Se aconseja usar un número más grande al realizar actividades deportivas o para trabajar si se va a estar mucho tiempo de pie. Las medias deben ser de fibras naturales, porque absorben la transpiración y mantienen los pies frescos.

Descanso. Es importante descalzarse aunque sea por períodos cortos de tiempo. Los pies necesitan respirar y relajarse.

Prolijidad. Las uñas deben cortarse, preferentemente, con forma recta para evitar que se encarnen. Las durezas se tratan con piedra pómez y productos exfoliantes a través de un ligero masaje circular. Así, la piel queda lisa y flexible, lista para ser hidratada. Durante el verano, una visita mensual a la pedicura hace la gran diferencia.

Hidratación.
Es uno de los pasos más importantes: una correcta hidratación de la piel aumenta su elasticidad y previene la aparición de durezas. Un buen truco es aplicar la crema por la noche y usar medias de algodón hasta el día siguiente.