Belleza

Básico y primordial

Revista Fucsia, 27/3/2008

La limpieza de la cara en el día y en la noche es el primer paso y, tal vez, el más importante para tener una piel sana.

Limpieza de la cara. Comstock - Foto:

 
Foto:  Comstock
 
Lo más importante de un régimen de belleza es la limpieza de tu cara. No importa si sigues un tratamiento básico o uno a profundidad. Lo esencial es que limpies tu cara todas las mañanas y las noches, sobre todo, si has usado maquillaje.

La limpieza facial quita las células muertas que hay en su superficie y el polvo debido a la contaminación y el maquillaje. Después de la limpieza los poros respiran libres evitando brotes e inclusive arrugas. Limpiar la cara, favorece a la circulación de la sangre y prepara la piel para que esté lista para recibir nutrientes tópicos, que penetrarán la piel y actuarán mejor. Aunque debe ser un ritual diario, no la limpies más de dos veces al día, ya que limpiarla demasiado le quita a la piel sus aceites naturales, volviéndola reseca.

Escoger un limpiador dependiendo del tipo de la piel: si es grasa, seca o sensible.

Seca: utiliza un limpiador con nutriente y aceites.

Grasa: utiliza geles o lociones a base de agua, que aclaren la piel.

Sensible: debe ser un limpiador que no irrite, que no tenga fragancia.

Si decides limpiar la cara con un producto que se debe remover con agua, usa agua tibia, casi fría. Esto debido a que el agua caliente reseca mucho la piel, y la fría no quita las impurezas a profundidad.

Al utilizar esponjas o telas limpiadoras asegúrate de que éstas sean suaves, límpialas después de usarlas y déjalas secar muy bien para evitar que se llenen de bacteria y hongos. Debes lavar tus manos muy bien antes de limpiar la cara, utiliza un cintillo en el pelo para que no se te caiga en la cara mientras la limpias.

Limpieza en tres pasos:

Limpiar: en el día y en la noche, antes de acostarte, para quitar el maquillaje y las impurezas.

Hidratar: úsala después de limpiar tu cara. Elige una crema o loción ligera hidratante dependiendo de tu tipo de piel y de las necesidades según tu edad.

Protección: recuerda siempre utilizar bloqueador solar, así no sea un día soleado. Si vives en tierra caliente o realizas actividades físicas, debes usarlo más a menudo.

Tu cara es tu carta de presentación, cuídala. Y no olvides que si estas bien por dentro se notará en tu exterior.