Terapia asistida con animales: afrontar tus emociones con la ayuda de tu mejor amigo

Durante la última década, las terapias asistidas con ayuda de animales se han convertido en una gran herramienta para psicólogos y psiquiatras como parte de un tratamiento para conseguir una mejoría en las funciones emocionales, cognitivas, sociales o físicas de las personas.

De hecho, se habla de intervenciones en las que los pacientes se pueden ver beneficiados gracias al aporte a nivel neuroquímico, de dopamina, oxitocina, serotonina y otros neurotransmisores y hormonas que pueden dar cierto tipo de animales que son entrenados como apoyo coadyuvante, los cuales resultan ser altamente beneficiosos para la salud.

Un proceso para el paciente y para el animal de ayuda

Para evitar que esta práctica se tome como algo empírico, el Colegio Colombiano de Psicólogos ha recopilado en el documento conocido como Análisis de elementos de comprensión para la certificación del acompañamiento animal con fines de apoyo emocional y animales para asistencia en salud mental, las bases normativas de los parámetros bajo los cuales se debe regir la certificación del acompañamiento animal, de acuerdo con lo establecido en el artículo 53 de la ley 1090 de 2006:

“Todos los ciudadanos estamos obligados a acatar las leyes más allá de la profesión, incluidas las que prohíben el maltrato animal, y protegen la salud y la convivencia comunitarias. Entonces, no bastaría con que el psicólogo certifique la necesidad de una persona de un animal de asistencia o terapia, sino que también estaría obligado a verificar el bienestar del animal, y garantizar que el animal no afecte la salud y el bienestar de las personas a su alrededor, desde la certeza”.

Desde este punto de vista, antes de tomar la determinación de tener un animal de asistencia, es necesario tener en cuenta no solo el estado del paciente y el tipo de apoyo de acompañamiento que necesite, sino que también hay que asegurarse del estado físico y mental del animal de apoyo. De esta forma se garantizará el buen estado de salud de ambos y la eficacia del tratamiento recomendado.

En Fucsia hablamos con Juan Pablo Páez, psicólogo con Maestría en Neurociencias y Biología del Comportamiento, quien explicó la importancia y el objetivo de las terapias asistidas con perros.

Fucsia: ¿En qué casos se le sugiere a un paciente acudir a este tipo de ayuda?

Juan Pablo Páez: Yo creería que los contextos son infinitos y la razón de esto es porque compartimos una aventura biológica y evolutiva de más de 25 mil años entre el perro y el hombre. Si es en términos de ayuda a la salud yo creería que en todos, es decir, psiquiátricos, psicológicos, emocionales, afectivos de ajuste social, personas que tengan demencia senil, personas que tengan enfermedades neurodegenerativas, personas con problemas de locomoción, de limitaciones en términos sensoriales (...) realmente es una ayuda en todos los sentidos, partiendo desde la más básica que es la que tiene que ver con las personas que han crecido con sus animalitos dentro del hogar, quienes también reciben un beneficio.

F.: ¿Cuáles son los animales que sirven para terapia asistida?

J. P. P.: Usualmente la gente piensa que los labradores, que los Golden Retriver, son principalmente los perros hechos para hacer terapia y no es así. Cualquier raza o cualquier perrito criollito también puede hacerlo porque esto no depende de la raza, depende es del temperamento y de una cosa que en la ciencia se ha llamado la perronalitic o la perronalidad que son características individuales.

Ahora bien, ¿qué animales sí se pueden emplear para terapia? Yo creería que los animales que conviven con nosotros y que no alteren su vida o el ecosistema, es decir, nada de animales silvestres en terapia.

F.: ¿Puede una mascota entrenarse para ser animal de asistencia?

J. P. P.: La respuesta sería, muchos animales son mascotas, pero no todas las mascotas pueden ser animales de asistencia. Comenzando que si son para terapia normalmente los procesos de entrenamiento comienzan desde los meses de nacidos, entonces eso hace ya que una mascota ya adulta se limite frente a esto, al no ser que vaya a hacer actividades asistidas. Pero no todos los animales de compañía como las mascotas pueden ser animales de asistencia precisamente por su perronalidad o temperamento.

F.: ¿Qué acogida y credibilidad que tienen estas terapias en Colombia?

J. P. P.: Las terapias asistidas con perros han avanzado tanto en respaldo científico como en credibilidad en la última década. Seguramente años atrás no se consideraba una terapia válida, precisamente por lo que no tenía un respaldo científico. Sin embargo, las investigaciones han demostrado la efectividad y tanto la academia como la sociedad han acogido las terapias de una forma muy positiva. Obviamente la credibilidad también depende del profesionalismo con el que uno trabaje y obviamente partiendo del hecho de que uno sea profesional porque en este campo puede haber personas que lo hacen empíricamente, no son profesionales, no se han formado y es ahí donde puede haber como ruido o aspectos negativos dentro del quehacer.

Una experiencia inolvidable

Pero ¿qué piensan las personas que tienen un perro de servicio? Dos pacientes que por diferentes razones necesitan un perro de compañía, nos contaron algo de su experiencia.

Sonia Esperanza Mateus Mora es una mujer que trabaja en la veterinaria de su hija en la Ciudad de Cali y sufre de pánico al tener que viajar en avión. Por el delicado estado de salud en el que se encontraba su madre debió viajar sola a Bogotá y fue entonces cuando vio la posibilidad de viajar con su perrito “era la primera ves que yo viajaba con mi mascota, mi apoyo emocional y qué maravilla poderlo ver ahí a mis pies, aparte que soy muy temerosa con el avión (...) mi perro me sirvió muchísimo, muchísimo, lo amo, nos entendemos ya con las miradas entonces lo recomiendo a ojo cerrado”.

“Además, nosotros somos 3 hermanos teníamos que hacer turnos en la clínica y cuando yo llegaba de los turnos yo descargaba mucho mi estrés y mi ansiedad, él me ayudaba mucho y hoy en día digo qué maravilla que podamos tener una mascota para poder aliviar los nervios, me descansaba”.

Fucsia también habló con un paciente que sufre de esquizofrenia, quien trabajó como taxista en la ciudad de Medellín y explicó su relación con su perrita Peggy, su gran compañía y motor " es una relación de sinergia, ella me da compañía y yo le doy cuidado y atención. Yo la saco a pasear a un parque cercano todos los días y me entretengo mirándola jugar y se que ella espera que la saque todos los días. Es una manera de agradecerle su cariño y el médico me ha dicho que eso está muy bien y que siga saliendo con ella porque esa relación entre los dos es muy buena (...) siento que ella necesita que la cuide y eso me hace sentir feliz y tranquilo”.

Hay que tener en cuenta que el seguimiento de este tipo de tratamientos de apoyo depende de los objetivos terapéuticos que se hayan marcado desde el principio.