Personajes

Orlando Pertuz, el dibujante que se enamoró del carnaval

Fucsia.co, 25/1/2023

Unas fotos en un tono sepia son la prueba reina de los años que le ha dedicado este veterano artista al Carnaval de Barranquilla. Carrozas de todos los motivos hacen parte de su portafolio.

Orlando Pertuz tiene más de 30 años de experiencia construyendo carrozas para el Carnaval.
Orlando Pertuz tiene más de 30 años de experiencia construyendo carrozas para el Carnaval. - Foto: Fucsia.co

Mientras a unos “las piernas les bailan solas” cuando llega octubre, a Orlando Pertuz le empiezan a picar las manos. La necesidad de crear está innata en él desde que era un joven. Comenzó a sus 18 años y fue la práctica la que lo convirtió en maestro con el paso del tiempo. “Yo comencé desde muchacho, lo hice con veteranos de la época, eso sí yo veía que no cambiaban (...) entonces yo comencé a diseñar también, ahí me quedé”, asegura.

Sus manos son el vivo retrato de lo que ha trabajado en todos estos años. A sus 78 años se considera un dibujante por naturaleza y por eso desde muy joven se dedicó a pintar. Luego salió a relucir ese ADN barranquillero que lo llevó a involucrarse en el carnaval. “Uno como barranquillero, si es que le nace, se inmiscuye en el oficio”, dice con la sabiduría que le han dado los años.

Su talento lo combinó con sus habilidades para la mecánica. Con orgullo dice que se graduó en el Servicio Nacional de Aprendizaje (SENA) de dicha área. Yo soy graduado en el SENA de Mecánica. “Comencé haciendo moldes de máscaras”, asegura. Aunque mucho de lo que hacía no tenía que ver mucho con el oficio para el cual se preparó, por sus venas corría la alegría del currambero que tiene su mente en función del carnaval.

La evolución de las carrozas

Cuando él comenzó en este oficio, las carrozas eran completamente diferentes a las que se aprecian en la actualidad por la Vía 40. “Antes las carrozas eran en Jeeps (...) ahora son en trailers o camiones especiales”, dice el veterano carrocero.

Al igual que con las carrozas, él se fue adaptando al paso del tiempo y comenzó a trabajar con los materiales que eran tendencia para la construcción de dichas estructuras. También le pone especial empeño al tema de la seguridad, teniendo en cuenta que en varias de las que ha construido va la reina del carnaval.

Carnaval de Barranquilla
Bailes típicos, la danza del garabato, las danzas festivas hicieron parte de los desfiles. | Foto: Alcaldía de Barranquilla

Para él las estas estructuras son mucho más que un vehículo decorado. “La carroza no solamente es icopor o cartón. Son figuras resistentes porque van para público, las ven en palcos, van las reinas con los pasamanos... es muy importante la seguridad”, resalta. En 1995, por ejemplo, además de pensar en la seguridad también le hizo un homenaje al río Magdalena. “Era una carroza grandísima, tenía movimiento (...) era un barco de río. La reina venía allá arriba en la plataforma esa”, dice el veterano artista mientras sostiene en su mano una foto amarillenta.

Amor compartido

Orlando Pertuz en ese tiempo vivía atrapado en dos amores: su esposa, Assoy Beltrán, y su vocación artística. Recuerda cómo la mujer con la que compartió tantos años de vida fue su apoyo incondicional. Así como construyeron un hogar juntos, hicieron con las carrozas. “A mí me ayudaba mi esposa, pero ella murió. Era mi mano derecha en todo. Mientras yo iba trabajando ella buscaba los materiales”.

Fue tanto el tiempo que compartieron juntos que no recuerda la fecha exacta en la que empezaron su relación, lo que tiene claro es que fue como esos amores de la “lunita barranquillera con el río Magdalena”, como escribió Esther Forero en una de sus canciones. Desde que contrajeron matrimonio, el 22 de diciembre de 1973, Orlando y Assoy hicieron una dupla ideal. “Ella venía a ver lo que yo hacía. Yo hacía máscaras y un día me dijo: ‘tú vas directo para el carnaval’. Después cuando estábamos allí (en carnaval) ella se presentó y yo le pregunté: ‘¿quieres ayudar?’ y respondió que sí”.

Mirando con nostalgia un papel con diseños de carrozas acepta que en algún momento tendrá que retirarse para darle paso a las nuevas generaciones, pero lo hará con el orgullo de haber dejado un legado en el arte de elaborar carrozas.