¿Qué siente una persona con ansiedad y ataques de pánico?

La ansiedad es una emoción que prepara a las personas para enfrentar situaciones que pueden parecer negativas. Todos la experimentamos ante situaciones de incertidumbre y en la mayoría de los casos resulta adaptativa y buena.

Sin embargo, para algunas personas se convierte en una emoción patológica manifestándose con mucha intensidad y frecuencia, lo cual trae como consecuencia un bloqueo que puede comprometer su salud física y mental.

Pasos para tratar la ansiedad

El especialista Antonio Cano Vindel, presidente de la Sociedad Española para el Estudio de la Ansiedad y el Estrés (SEAS), explica los pasos para controlar la ansiedad teniendo en cuenta la terapia cognitivo conductual, método que ha demostrado gran eficacia para el manejo de estos casos.

Para solucionar el problema, este profesional apuesta por la terapia cognitivo conductual, por ser la que más se ha estudiado a nivel científico y que ha demostrado mejores resultados.

• Informarse de qué es la ansiedad y cuáles son sus síntomas

Hay personas que desconocen que los síntomas que padecen están causados por la ansiedad. El primer paso es aprender a reconocer que las taquicardias, sudor, aumento de la temperatura, dificultad para dormir, molestias digestivas, etc., son síntomas de un ataque de ansiedad.

Después habría que descubrir los factores causantes hay que averiguar qué producen estas reacciones.

• Reinterpretar el problema

La ansiedad lo que hace es que la persona anticipe unas consecuencias muy negativas por si acaso se producen. Cano aconseja “interpretar la amenaza de forma menos grave, ser realistas y no magnificar”.

La mejor forma de hacer esto es empezar por mirar de manera razonable si la posibilidad de que ocurra algo grave es realmente peligroso. Por otra parte, sugiere poner atención solo cuando se puede resolver el problema de alguna manera, de lo contrario es mejor enfocarse en otras cosas.

• Desviar la atención del problema

Cuando hay ansiedad la atención está continuamente enfocada al problema. Para lograr desviar el problema hay que forzarse a pensar en otra cosa y obligarse a hacer algo diferente para distraerse.

• Interpretar los problemas como un desafío, no como una amenaza

Esto permite afrontar la situación con motivación, dejando de lado la preocupación. Así evitamos que la angustia bloquee nuestra capacidad de resolución de problemas.

• Técnicas de relajación

También ayudan las técnicas de relajación ya sea muscular progresiva, de respiración o de imaginación, entre otros. Con ellas se reduce la activación fisiológica, se sueltan los músculos, etc. Lo aconsejable es hacer esta práctica todos los días.