Moda
Azulejos: el amor que aprende a volar sin soltarse
Con su última colección de 2025, Diego Guarnizo convierte a estas aves luminosas en una metáfora de lealtad y esperanza, una oda a los vínculos que se construyen con constancia, memoria y belleza en movimiento.

Prendas que hablan en voz baja, colores que permanecen en la memoria mucho después de ser vistos, siluetas que se mueven con ligereza y textiles que acompañan el cuerpo sin imponerlo ni dominarlo. Así se presenta Azulejos, el vuelo del amor eterno, la colección con la que Diego Guarnizo cierra 2025 y reafirma su interés por una moda que se siente antes de entenderse, que se observa con calma y que se recuerda por la emoción que despierta. Una propuesta que huye del exceso y encuentra su fuerza en la sutileza, en el detalle bien pensado y en la belleza.
Inspirada en los azulejos, esas pequeñas aves que simbolizan la lealtad y el amor duradero, la colección toma forma en los amaneceres cálidos del trópico colombiano. La narrativa se teje entre luz, paisaje y movimiento, evocando la complicidad de las parejas que construyen su nido día a día.

Por primera vez, Guarnizo apuesta con mayor fuerza por las prendas unicolores, dejando que la sastrería y la confección sean las verdaderas protagonistas. Paños y lanas livianas revelan su estructura sin artificios, permitiendo que la silueta, el corte y el acabado hablen por sí solos.
La paleta cromática recorre todos los matices del cielo: azules eléctricos que capturan la vitalidad, grises suaves que aportan calma y turquesas que recuerdan la lluvia sobre la tierra caliente. Estas tonalidades conviven con estampados delicados y piezas limpias, logrando un equilibrio visual que celebra la sutileza y la artesanía en cada una de las 60 referencias que componen la colección.

Los complementos funcionan como pequeños manifiestos creativos que amplifican el relato de la colección sin robarle protagonismo. Broches elaborados con orquídeas hechas a partir de pepas de mango y delicadamente adornadas con plumas sintéticas se convierten en símbolos de una belleza orgánica, casi poética, que dialoga con la naturaleza y el saber artesanal. Son piezas que conectan moda, territorio y oficio.

Con Azulejos, Diego Guarnizo ratifica su visión innovadora y su compromiso con la artesanía colombiana, consolidándose como una de las voces más sensibles y sólidas del diseño nacional. Una colección que vuela más allá de las tendencias y las temporadas.




