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Cómo vestir en verano sin perder el estilo
Cinco consejos de prendas y estilos para no desentonar en vacaciones.

Cuando el verano llega, y con él las vacaciones de mitad de año, la rutina se transforma: los días se alargan, los planes se multiplican y el calor se convierte en un factor central al momento de elegir qué ponerse. Pero más allá de la temperatura, el calendario propone una forma distinta de portar las prendas de vestir, una que invita a simplificar sin caer en lo básico, a sentir el cuerpo sin la necesidad de ajustarlo, y a experimentar con nuevas texturas, cortes y proporciones que se conectan con la ligereza que nos exige el ambiente.
En esta epoca del año, queremos sentirnos frescas al mismo tiempo que nos sentimos seguras. Por eso, el buen vestir en verano tiene más que ver con la elección consciente de piezas que acompañen el ritmo del día, que se adapten a las necesidades del momento y, sobre todo, que hagan sentir cómoda a quien las lleva. No se trata de vestirse para los demás, sino de elegir con inteligencia lo que realmente funciona: lo que respira, lo que no aprieta, lo que se mueve con libertad y te hace sentir bien.
Para esta temporada, los tejidos naturales, las siluetas amplias y los diseños funcionales se convierten en los verdaderos protagonistas de un armario que busca ser liviano pero intencional. A continuación, te mostramos cinco apuestas con las que irás ‘a la fija’, que combinan frescura, elegancia relajada y con tu personalidad.

Estilo Boho sofisticado
El estilo boho ha dejado atrás los excesos para reinventarse en clave sofisticada: tejidos livianos, bordados sutiles, paletas neutras y siluetas relajadas que evocan libertad sin perder elegancia. En verano, esta estética se convierte en una aliada natural: es fresca, fluida y se adapta tanto a la ciudad como a escapadas espontáneas. Un boho depurado que se siente actual, consciente y chic.
Por ejemplo, la colección Summer 2025 de H&M conoce la tendencia de esta temporada y, encontrando la inspiración en pueblos cercanos a la costa y desiertos mágicos crearon una serie de piezas cuyos detalles se destacan por flecos, tejidos, bordados y adornos artesanales.

Faldas: el movimiento como descanso
Ya sean midi, larga o con abertura en la pierna, las faldas tienen una ventaja inigualable en climas cálidos: permiten el paso del aire, el juego con tus otras prendas y accesorios, y una sensación de ligereza constante.
En verano, funcionan mejor en materiales fluidos como el algodón, la viscosa o la seda lavada, que caen sin pegarse a tu cuerpo por el sudor y además acompañan tus movimientos. Combinadas con camisetas estructuradas, blusas sin mangas o incluso tops tipo bandeau, ofrecen una silueta libre, femenina y funcional.
Sundresses: el arte de vestirse en un solo paso
Con el sundress nos referimos a ese vestido ligero, fresco y de inspiración veraniego que termina siendo una solución completa y perfecta cuando no sabes qué ponerte. No hay que pensarlo mucho: se pone y estás lista.
Hay modelos con tirantes muy delgados y escote cuadrado, otros cruzados o con espalda descubierta, pero todos pensados para liberar el cuerpo y al mismo tiempo destacar tus líneas. En tejidos naturales y con cortes que permiten movilidad, el sundress se convierte en aliado de días largos y noches inesperadas.
Lino: la ‘imperfección’ más sofisticada
Arrugado, a veces. También es elegante, fresco y con carácter. El lino tiene esa capacidad única de mantenerte ventilada sin perder la estructura de tu outfit.
En camisas, pantalones, chalecos o sets completos: todo en lino se siente como un respiro para tu piel. Además, su textura natural le da profundidad a los colores neutros y sobriedad a los tonos vibrantes. En ocasiones, aceptar sus arrugas no es descuido, es parte del encanto de esta tela: una especie de ‘elegancia imperfecta’ que encaja a la perfección con lo que buscamos para el verano.
Estampados en colores desérticos
La colección Summer 2025 de H&M, también inspirada en los paisajes de Marruecos, lpresenta textiles naturales y técnicas innovadoras de tejido que enfatizan el poder de la artesanía.
Continuando hacia las islas de Lanzarote y Lamu, en Kenia, los estampados de palmeras, los flecos y las cuentas evocan diversión playera y relajación. La paleta de colores abarca desde tonos oscuros y terrosos como terracota, burdeos y cafés cálidos, hasta colores arena, rojo brillante, beiges rosados y destellos dorados. También hay una gama de verdes y amarillos que contrastan con los colores neutros.
