Moda

Ketty Tinoco: la elegancia del lino con sello cartagenero

Desde hace más de cuatro décadas, la diseñadora colombiana ha transformado el lino en una declaración de estilo atempora.

Ketty Tinoco: la elegancia del lino con sello cartagenero
Ketty Tinoco: la elegancia del lino con sello cartagenero - Foto: Cortesía

En una era dominada por la inmediatez y la producción en serie, Ketty Tinoco representa una resistencia elegante y firme a la estandarización. Cada una de sus prendas conserva la esencia de lo hecho a mano, como si cada puntada tejiera una historia propia. La diseñadora cartagenera, que comenzó a explorar su amor por la moda en la infancia jugando con retazos de tela, ha logrado construir un universo estético en el que el lino se transforma en símbolo de sofisticación, frescura y tradición.

A lo largo de sus 42 años de trayectoria, Tinoco ha elevado el lino a una categoría de lujo con un trabajo minucioso y profundamente artesanal. Bordados, calados, flores hechas a mano y detalles en punto de cruz hacen de cada pieza una obra única, refinada y profundamente conectada con la identidad caribeña. Su talento no ha pasado desapercibido: su clientela incluye reinas, celebridades y mujeres que valoran la elegancia sin excesos y la autenticidad en cada costura.

Ketty Tinoco: la elegancia del lino con sello cartagenero
Ketty Tinoco: la elegancia del lino con sello cartagenero | Foto: Cortesía

Más allá del diseño, lo que distingue a Ketty Tinoco es su compromiso con el oficio. Su taller es un santuario donde las técnicas tradicionales siguen vivas y donde el tiempo parece ralentizarse en favor de la calidad y el detalle. Esta fidelidad a lo artesanal ha sido aplaudida por figuras como Pilar Castaño y Silvia Tcherassi, quienes reconocen en su propuesta una voz clara dentro del panorama de la moda colombiana, una que honra las raíces sin dejar de mirar al mundo.

Sus colecciones han brillado en escenarios como Colombiamoda y Bogotá Fashion Week, donde el lino —tan delicado como versátil— se presenta como protagonista absoluto. Tinoco no solo viste cuerpos, sino también memorias y emociones, recordándonos que en la moda también hay espacio para la paciencia, el legado y la belleza que resiste al paso del tiempo.