Ana Peña, columnista de Fucsia

La maternidad no es un impedimento, ni un destino final

Por Ana Peña

26/5/2023

Crear entornos de trabajo inclusivos y apoyar a las mujeres madres no sólo es una cuestión ética o de inclusión, es el deber ser al trabajar dentro de cualquier organización.
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Mucho se habla acerca del papel de la maternidad en el mundo laboral, algunos la llaman un obstáculo y otros una motivación. Desde mi punto de vista, además de ser una experiencia enriquecedora que transforma la vida de muchas mujeres, la maternidad se convierte en un potenciador para el éxito profesional de las mujeres y no puede ser definida como un impedimento, ni un destino final.

Si revisamos las cifras de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), encontramos que la tasa de ingresos de las madres al mercado laboral en Colombia se encuentra 6,5 puntos porcentuales por debajo de las mujeres que aún no tienen hijos. ¿Esto por qué se da? La mayoría de las razones se centran en que las empresas creen que las mujeres siendo madres no van a poder dedicarle el mismo tiempo a su labor en el día a día, pero lo que muchas veces no se dan cuenta es que pueden aportar miradas muy valiosas en los equipos de trabajo.

Creativo
Tres empresarios trabajando y discutiendo negocios juntos en una reunión | Foto: Getty Images

Hace muy poco, una de las personas de mi equipo, se convirtió en mamá y gracias al trabajo en conjunto y espíritu colaborativo de su red de apoyo ha podido disfrutar de su hija a tiempo completo. ¡Y yo soy la más feliz al verla vivir al 100% esta etapa! Es la primera vez que me toca ser mánager de una profesional embarazada y hemos ido aprendiendo juntas en el camino. Como líder, estoy comprometida con impulsar espacios de trabajo colaborativos donde todas y todos nos apoyemos durante nuestros diferentes proyectos profesionales y personales.

Crear entornos de trabajo inclusivos y apoyar a las mujeres madres no sólo es una cuestión ética o de inclusión, es el deber ser al trabajar dentro de cualquier organización. Esto abarca la implementación de políticas claras que protejan sus derechos, como la licencia de maternidad remunerada y horarios flexibles para atender a las necesidades familiares; también establecer programas de acompañamiento y mentoría para apoyarlas en su día a día.

Al brindar un apoyo real y tangible a las mujeres madres, las empresas no sólo contribuyen a su crecimiento y desarrollo, sino que también fomentan una cultura organizacional más equitativa. Al comprometernos con la igualdad y la solidaridad, construimos un futuro laboral donde todas las mujeres podamos prosperar y alcanzar nuestro máximo potencial, beneficiando tanto a las organizaciones como a la sociedad en su conjunto.

Sin dejar a un lado que la diversidad es un factor clave en la innovación, la maternidad trae consigo una serie de habilidades y perspectivas valiosas que pueden impulsar la creatividad y el pensamiento crítico en cualquier sector. Las madres aportan habilidades de gestión del tiempo, resolución de problemas y empatía, que son esenciales para el éxito de las empresas. Al fomentar la inclusión de las madres, se promueve la diversidad de ideas y se puede desarrollar un ambiente más innovador y colaborativo.

¿A qué quiero llegar con esto? A que el éxito profesional y la maternidad no son caminos independientes. Las nuevas dinámicas laborales también nos están ofreciendo una mayor flexibilidad para lograr tener un equilibrio entre la vida personal y laboral. El hecho de poder trabajar algunos días desde la casa o desde donde se necesite hace la diferencia y se presenta como una solución clave para apoyar a las madres trabajadoras y fomentar la equidad de género en el entorno laboral.

Como siempre digo, la innovación yace en la diversidad, nunca en la monotonía.

Sobre Ana Peña

Ana Peña es directora de comunicación corporativa en Intel para las Américas.

Las opiniones de Ana Peña son personales y no reflejan la posición de FUCSIA.

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